La noche del pasado martes 11 de octubre a las 21:40h la policía local de Lloret de Mar alerta al equipo de bomberos tras observar como un árbol de grandes dimensiones se ha desplomado desde el jardín de una vivienda privada ocupando gran parte de la vía pública.
La vivienda perjudicada por este efecto natural está situada en la Calle Maurici Serrahima de Lloret de Mar (perpendicular a la Calle Doctor Fleming), quedando esta avenida bloqueada por el enorme árbol. Este se trata de un frondoso pino piñonero con una copa de unos 10 metros de diámetro aproximadamente, un majestuoso ejemplar de más de 12 metros de altura y un tronco de casi 1 metro de diámetro.
Al lugar de los hechos se dirigieron 3 dotaciones de bomberos y la policía local permaneció en el sitio para dirigir el tráfico y acordonar la calle afectada, donde era imposible circular. Debajo del pino caído, quedó atrapado un turismo de un vecino de la zona (sin ocupantes) que en la vía permanecía aparcado.
Por protocolo, la actuación de los bomberos consistió en liberar el automóvil atrapado, desbrozando la parte del árbol caído que le afectaba al mismo. El vehículo pudo salir de la zona del incidente aunque con múltiples golpes. Y la zona quedó acordonada.
Hoy jueves 13 de octubre, varios vecinos se han puesto en contacto con policía local para saber cuándo se restablecerá la calle bloqueada por el pino, y comentan que esta labor pertenece a la brigada municipal y que por norma, tendría que ser un trabajo inminente.
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El pino es un árbol que difícilmente caerá a causa del viento en un entorno forestal. En cambio, en un jardín sí se puede dar el caso.
Uno de los trabajos habituales tras un episodio de vientos fuertes es la retirada de ramas. Sobre todo en parques públicos, que suelen estar más expuestos a los vientos y en jardines privados, como el caso que hoy tratáramos, uno de los árboles que sufren mayor riesgo de caer es el pino.
El pino, incluso puede caer completamente. Difícilmente su tronco se tronchará, como sí puede pasar con otras especies, pero si su sistema radicular no se ha desarrollado adecuadamente y no se han aplicado podas que eviten el efecto vela, puede llegar a desplomarse de raíz. Hablamos con TSEA, empresa dedicada exclusivamente al cuidado de árboles a nivel público y privado y nos ayuda a entender y prevenir un mal mayor por la caída de estos majestuosos “compañeros” de nuestro día a día en calles, fincas privadas y zonas forestales.
Cómo saber si un pino presenta riesgo de caída
El pino es un árbol que tiene tendencia a elevarse bastante. Es común encontrar, incluso en jardines privados, pinos que sobrepasan con facilidad los 10 metros de altura. Para generar piñas y piñones, su semilla, necesita mucho sol. Por eso crece tan alto. Y para economizar energía de cara a la producción de piñas, concentra su floración en las zonas más altas. Hasta el punto que las ramas bajas se secan y se caen.
El pino, acostumbrado en su entorno natural a ramificarse mucho en altura, necesita agarrarse bien al terreno para no ceder ante el viento. Por eso el sistema radicular del pino se desarrolla a partir de una raíz principal pivotante, que crece verticalmente hacia abajo, anclando el pino. Si esa raíz pivotante no se ha desarrollado adecuadamente, puede pasar esto.
Precauciones con el pino en jardines particulares
Pero en jardines privados, donde ha sido plantado sin que sea un lugar con las condiciones óptimas para su crecimiento, el pino puede encontrarse con problemas para desarrollar esa raíz que asegura su anclaje al suelo:
- Pueden haber corrientes de aguas subterráneas.
- O una losa de hormigón de la cimentación de la finca.
- O incluso un lecho de roca natural a poca profundidad.
Si algo impide al pino desarrollar esta raíz pivotante, no tendrá suficiente agarre. Y si bien esto no es problema cuando el árbol es joven, al crecer y ofrecer mayor resistencia al viento (efecto vela), podría ir venciéndose hasta desplomarse tras un episodio de fuertes vientos. No es algo que pase con mucha frecuencia, pero se dan suficientes casos como para tomar precauciones.
¿Cuáles son las precauciones para que un pino no caiga?
Lo más recomendable es mantener el pino con un buen estado de salud (libre de plagas y enfermedades, básicamente). A partir de ahí, es muy importante realizar podas de formación cada dos o tres años como máximo. Y si el riesgo es evidente, tenemos diversas opciones: instalar un sistema de anclaje que impida su caída. O incluso talarlo si el riesgo es demasiado elevado.
Poda de formación en pinos para aligerar el efecto vela
Para minimizar este riesgo de caída, lo primero será realizar podas de formación que reduzcan el ramaje del pino. Y en cierta medida, también su altura. Además, aprovecharemos para elimina las ramas bajas.
La poda deben realizarla siempre profesionales, que sabrán la mejor e´poca para cortar, qué ramas eliminar, cómo hacerlo con la mayor seguridad… Y que deben encargarse también de la retirada de los restos leñosos, dado que dejarlos en la vía pública o en vertederos no autorizados es poco responsable y, además, es motivo de sanción.
