Gustavo Buesa y el futuro del castillo de Lloret de Mar

El empresario Gustavo Buesa Ibáñez con la presidencia de su conocida empresa-que lleva sus iniciales(GBI Services)- activa en Lloret de Mar entre otras localizaciones, está convirtiendo el icónico Castillo de Lloret de Mar (Castell d’en Plaja) en un atractivo museo, con unas obras que empezaron ya hace un año, después de su adquisición.

¿Quién es Gustavo Buesa, conocido popularmente como el “rey de la basura”?

Gustavo Buesa es un empresario nacido en Barcelona (1960) y establecido en Lloret de Mar. Destaca en su carrera su formación en Ciencias Empresariales, fue socio fundador de la sociedad Ingeniería de Residuos, S.A. en el año 1986. En 1990 adquiere el 100% y pone en marcha un plan de crecimiento. Actualmente, es el presidente del Grupo GBI, que agrupa a más de 20 sociedades que dan servicio a municipios, instituciones, empresas e industrias en la gestión integral de residuos municipales e industriales (desde 1986), y en el diseño, la construcción y mantenimiento de espacios públicos. Gustavo Buesa es además copropietario de la empresa Barcelona Events Musicals, SL (Organizadora del Festival Cruïlla de Barcelona, que en las últimas ediciones ha reunido más de 70.000 visitantes), también tiene acciones en empresas de construcción, restauración y ocio y ha ejercido de consejero externo independiente de Iberdrola. Políticamente, podemos destacar, que, Buesa está vinculado a CDC (Convergència Democràtica de Catalunya). Como punto negro en su trayectoria se destaca el año 2016, cuando fue investigado por irregularidades en la adjudicación de contratos municipales de limpieza y tratamiento de residuos de Lloret de Mar, pero en 2018 se archivó la causa.

Buesa, a través de su empresa, colabora con un gran número de causas sociales y solidarias destacando la Lucha contra el Sida, Centro de Atención al Autismo en Lloret de Mar, y como patrocinador de entidades de Lloret como el Club de Remo Santa Cristina y del Club de Hockey de Lloret de Mar.

Una de sus últimas aventuras empresariales ha sido la de adquirir el Castillo de Lloret de Mar (Castell d’en Plaja) presidiendo la pintoresca cala sa Caleta en el extremo norte de la playa grande de Lloret de Mar.

El Castillo, de estilo Neogótico de Lloret de Mar, perteneció a un importante empresario indiano de galletas originario de Santa Coloma (Narcís Plaja i Martí) que lo hizo construir para fijar su residencia de verano. La construcción se inició en 1935, quedo interrumpida por la guerra civil, y finalizó en 1940. Al principio, causó mucha polémica en la población, pero en poco tiempo se convirtió en un icono de Lloret, siendo incluido en el inventario del Patrimonio Arquitectónico de Catalunya. La zona privilegiada donde se encuentra el castillo es un lugar muy frecuentado por paseantes, turistas, excursionistas, bañistas, y embarcaciones.

Con todos estos puntos a favor, Gustavo Buesa, al comprar el castillo, y a raíz de un acuerdo entre el ayuntamiento de Lloret de Mar y su grupo empresarial, desde el verano de 2021 puntualmente se organizaron visitas guiadas y teatralizadas para dar a conocer el interior del Castell d’en Plaja.

Para activar este atractivo espacio cultural, el Grupo GBI ha contratado a arquitectos de Orpi-Planiol, al director creativo Toni Cruz, y a los diseñadores de Ferrari Land (Pascuals Disseny).

En el interior del castillo se ofrecerán novedosas propuestas multi sensoriales a partir de la próxima temporada, destinadas a concienciar a los visitantes sobre la gravedad del calentamiento global. En las tres salas en las que se podrán vivir estas aventuras mediáticas, el visitante recibirá información de las causas, consecuencias y soluciones al problema del cambio climático, siempre muy en la línea de la protección del medio ambiente, uno de los motores que impulsan las acciones del empresario del Grupo GBI.

Aunque en un inicio, la compra del Castell d’en Plaja, se iba a efectuar por parte del actual gobierno municipal (Junts x Lloret) tal y como prometieron en su último programa pre campaña electoral hace ahora casi 4 años, y pudiendo haber sido un edificio público con infinidad de salidas… finalmente no se ha hecho realidad, quedando la emblemática construcción bajo propiedad privada, esperando eso sí, sea un éxito y un atractivo turístico para Lloret de Mar.