Tras la noticia que saltó la semana pasada, advirtiendo de la mala gestión de la justicia italiana en este caso y la no presencia del acusado Rassoul Bissoultanov el día del juicio, por presuntamente matar al joven italiano Niccolò Ciatti en una discoteca de Lloret de Mar el 2017, se temía que este caso quedara en el olvido.
Pero la sorpresa llegó este viernes por la mañana, cuando Rassoul se presentó en la Audiencia de Girona, con un mensaje claro: “Yo no soy un asesino, la muerte del chico fue un accidente, yo no pensaba que estuviera muerto. Y yo no huyo de la justicia, pero quiero ser juzgado aquí, porque no confío en la justicia italiana. En Italia me trataron muy mal y pretendían hacerme firmar documentos sin abogado ni intérprete.”
Cabe destacar que la justicia Italia le piden cadena perpetua y ya debería haberlo juzgado a finales de año, lo que fue imposible porque lo habían capturado en Alemania y entregado en Italia, donde también tenía fijado un juicio, que se ha aplazado hasta marzo a la espera de que se resuelva qué tribunal es competente: Roma o Girona.
Bissoultanov y su letrado, Carlos Monguilod, batallarán ahora para que se celebre el juicio aquí en Catalunya y evitar el juicio en Roma. En Italia, la legislación prevé que se pueda juzgar a un extranjero por un crimen de un italiano perpetrado en otro país. Pero lo que más preocupa es que el juicio podría llegar a hacerse sin presencia del acusado, lo que vulneraría sus derechos de defensa. “En Italia, por una ley de Mussolini todavía vigente, se puede llegar a condenar a cadena perpetua sin que esté presente el acusado”, exclama Monguilod, que añade que si Bissoultanov fuera juzgado en Italia no tendría ninguna garantía de defensa, porque el proceso se ha concluido sin practicar pruebas y sin citar testigos ni peritos que realizaron la investigación en la causa del juzgado de Blanes.
Monguilod añade además, que Bissoultanov ha sufrido más prisión preventiva de la que prevé la ley, ya que a los casi cuatro años que estuvo encarcelado aquí hay que sumarle los tres meses que estuvo preso en Italia, hasta que le liberaron al considerar que su arresto había sido ilegítimo por un defecto de forma en la tramitación.
Manifiesta el acusado “Estoy muy cansado, en Italia me tenían en una celda de aislamiento y la prensa que consumía iba llena de artículos que me dejaban como un criminal y nadie pidió mi opinión; quiero que me juzguen como persona normal”, afirma Bissoultanov, que aprovecha para volver a pedir perdón a la familia de Ciatti. “Desde el primer momento lo hice, les escribí una carta en la que les pedía perdón. Y concluye: “Yo no quería matarlo, fue un accidente. Y yo no empecé esa pelea”