First Dates, uno de los programas más vistos de la televisión por su dinámica, los momentazos que se suceden y puro entretenimiento que elude de los problemas que se encuentran en otros programas… ya que aquí, siempre reina el amor.
Son varios vecinos y vecinas de Lloret de Mar que han probado suerte en este programa de citas en sus 1835 programas emitidos desde su estreno y todos coinciden que es una experiencia única. Hoy, compartimos la visita al restaurante del amor que ha tenido Lula residente en Lloret de Mar y que ha tenido lugar estos primeros días de enero del recién estrenado año 2024 en el canal Cuatro de Mediaset.
En ‘First Dates’, a veces se junta el hambre con las ganas de comer. Lula es una gran fan del fútbol y tuvo la suerte de que le enlazaran con Raúl Dorado en la cita, que se definía a sí mismo como jugador y seductor.
Lula
Lula tiene 20 años, estudia Económicas y es de Buenos Aires, aunque vive en Lloret de Mar. Dice que no sabe si es pija, pero le gusta vivir bien y se considera “linda y un pibón”. En cuanto a lo que busca de un hombre, la soltera lo ha tenido claro desde el principio: “no he tenido nada serio con nadie porque todos son infieles”.
Raúl
Raúl tiene 23 años, es de Rubí y es futbolista en la Kings League de Gerard Piqué con el equipo XBuyer y cuenta su relación con el Kun Agüero, también activo -como presidente de un club- en la liga creada por Piqué. Explica que tiene mucha seguridad en sí mismo y se ve como una persona carismática.
La cita
Hechas las presentaciones, compartimos a continuación el vídeo del programa donde Lula y Raúl se conocen y disfrutan de su cita. Para visualizar el programa accede mediante el siguiente enlace.
Resumen de la cita
Él le vio cara de peligro y se lanzó a explicarle que no se había operado los labios. Cuando ella le preguntó la razón por la que estaba soltero, Raúl le aclaró que entrenaba mucho porque era futbolista.
Tampoco pudo evitar la emoción al enterarse de que Raúl conocía al Kun Agüero: “Ya me lo presentarás, soy argentina y el Kun uno de mis ídolos”. Lula tuvo que admitir que, pese a la primera impresión regulera que le había causado, cada vez estaba más convencida: “Fue de menos a más”.
Raúl también quedó impresionado al saber que ella jugaba a fútbol, se levantó encantado cuando empezaron a poner música y terminaron bailando abrazados. Luego pasaron al reservado, donde le salió en un juego: la prueba de darle “un beso húmedo” a su cita, pero Raúl terminó dándoselo en el cuello.
A Lula se le escapó una carcajada y enseguida lo lamentó: “Tengo risa de chancho”. A él, por el contrario, le pareció graciosa su risa. Ambos coincidieron en que habían tenido una conexión y decidieron decir que sí a una segunda cita para seguir conociéndose.
