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Cartas al Director: Camareras de pisos “Historia de un olvido”

Duro testimonio del día a día de Esperanza Saavedra, que recibimos en las “Cartas al Director” en Lloret Gaceta, que haciendo referencia a su propio nombre, tenemos la ”Esperanza” que llegue este escrito a las manos de quien proceda:

Camareras de pisos ” Historia de un olvido”

Reconozco que de cara al mundo, una camarera de pisos es esa persona que va y viene por los pasillos del hotel arrastrando un carro repleto de ropa y enseres. No parece tarea difícil a simple vista, pues no parece sudar, ni sufrir de estrés, no tiene ninguna expresión de sufrimiento sino que saluda y sonríe cuando se cruza un cliente. 

Esa camarera de pisos posiblemente tenga un dolor lumbar y que tenga que hacer un gran esfuerzo para levantarse por las mañanas. Esa camarera de pisos, igual está a jornada discontinua o parcial y jamás podrá jubilarse en condiciones dignas porque tras una vida entera dejándose la piel, los huesos y muchas lágrimas, este gobierno, considera que no ha trabajado suficiente.

¿Creen que una mujer de 60 o 65 años puede seguir desempeñando una labor de esa magnitud sin descoyuntarse  hasta el último de sus huesos? Sí, ya, imagino que muchos pensarán al leer esto ” Pues que le den la incapacidad” Jaaaa, señor@s, esa es otra cuestión de la que daría mucho que hablar, debatir y sobre todo corregir. 

Esa camarera de pisos sabe perfectamente que hoy, hoy no va a ser un gran y maravilloso día para ella, pero acude, atiende y cumple. Ya ves, domingos y festivos, todos.

Esa camarera de pisos es en el mejor de los casos “alguien que ha cumplido su obligación” ¡Qué sociedad! En el peor, alguien que a las 2 de la tarde no nos tiene la habitación hecha o… Ups, se le ha olvidado ponernos una toalla. Imperdonable ¿Verdad? Madre mía, qué poco humanos somos. Díganme ¿Cuánto pagaría porque una camarera de pisos viniese a hacerle a usted la habitación sola y exclusivamente a una hora determinada? 

Esa camarera de pisos soporta pesos que levanta más con el alma que con el cuerpo, corre dándose golpes en todas partes para cumplir con el tiempo (siempre insuficiente), come a horas en las que muchos están pensando en la cena y beber… cuatro tragos atragantados en su jornada de esclava. Sí, me reafirmo, es un trabajo esclavo, mal no, peor pagado, nada considerado.

Así que a quienes tienen el poder en sus manos quiero decirles,  haced algo positivo, no me sirve el paripé de hacer mención de subir algo esos sueldos (cuidado que parece que sea un acto de caridad más que de justicia) revisad las condiciones en las que se trabaja, las condiciones para jubilaciones anticipadas y más que ganadas, derechos que se cumplan.

Porque al final, una camarera de pisos, aunque no lo crean, no es un dios, es un ser humano que sufre desde que entra a su trabajo hasta que sale, para darle a usted una comodidad que quizá ni se merece..

Esperanza Saavedra 

3 Comentaris

  1. Dura y realista carta. Nos tiene que hacer reflexionar a todos. Cuando una família de cuatro personas obtiene una estancia de hotel a 30€ el fin de semana, debería pensar cuál es el coste real de semejante ganga. Un abrazo muy grande a todas las Kellys.

  2. Verdaderamente son las invisibles en los hoteles las peor pagadas y las que más trabajan, acaban su vida laboral totalmente destrozadas y poco pueden disfrutar de su jubilación si es que llegan, y lo digo con fundamento pasé mi vida laboral trabajando en un hotel y he visto como día a día tienen que tomar medicamentos para poder aguantar el trabajo a ver quién pone medios ?

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