La Policía Nacional ha abierto una investigación sobre un caso de intrusismo profesional en Lloret de Mar, tras identificar a una ciudadana que, presuntamente, se dedicaba a administrar tratamientos estéticos sin contar con la titulación requerida. La intervención se produjo el pasado 22 de octubre, cuando los agentes la interceptaron en un control rutinario en el que hallaron 50 viales de ácido hialurónico y otros medicamentos, aparentemente botox, que carecían de las autorizaciones legales exigidas en la Unión Europea.
Un riesgo para la salud pública
La implicada supuestamente ofrecía estos tratamientos en domicilios particulares sin ser médico ni poseer ningún tipo de formación sanitaria. Esto supone no solo un caso de intrusismo profesional, sino también un riesgo grave para la salud pública, ya que los productos incautados no contaban con la supervisión ni las autorizaciones de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Además, varios de los medicamentos encontrados tenían etiquetado en coreano, lo que indica que fueron obtenidos fuera de la UE, sin garantías de calidad ni control de origen.
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Marco legal y advertencias de SEME
Este incidente se suma a las advertencias de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), que en enero de 2023 ya alertó sobre el riesgo de que productos como el ácido hialurónico sean manipulados por personas no cualificadas. Según el reglamento europeo de productos sanitarios, estos tratamientos deben ser aplicados exclusivamente por profesionales debidamente acreditados. En España, esta normativa se aplica estrictamente, excluyendo a cualquier persona no cualificada de realizar procedimientos de relleno, incluidos aquellos con ácido hialurónico.
Medidas legales en curso
La Policía Nacional ha iniciado diligencias, notificando al Juzgado de la posible comisión de un delito de intrusismo profesional. Las investigaciones continúan, y se espera que la intervención sirva para reforzar la vigilancia sobre prácticas estéticas ilegales, un ámbito en el que SEME y otros organismos médicos insisten en la importancia de una regulación estricta para proteger la salud de los pacientes y evitar riesgos innecesarios.
Este caso pone de relieve la necesidad de concienciación sobre los peligros de recibir tratamientos estéticos fuera de centros médicos acreditados y sin profesionales certificados, un fenómeno que, lamentablemente, sigue aumentando.
un vecino… ¡y nada más! sin dirección, sin nombre, sin fechas… mucha discreción para proteger a quién? ¿Las víctimas o el vecino misterioso?
Desde luego deberían poner el nombre y la foto de la susodicha para evitar q vuelva a reincidir.
Ya q supuestamente quedará en libertad con o sin cargos q es la moda .