La necessitat d’un equipament emblemàtic a Lloret de Mar
UN EQUIPAMIENTO EMBLEMATICO COMO MOTOR DE LLORET.
Hace más de veinte años de la inauguración del museo que cambiaría el destino de Euskadi y más concretamente de Bilbao. En un suspiro, el Guggenheim se convirtió en uno de los museos más destacados de todo el viejo continente, colocando a Bilbao en la primera división artística y cultural. Los valores de un equipamiento emblemático pueden desatar una cadena de beneficios tanto monetarios como intangibles, que a veces nos pueden resultar imposibles de imaginar. En el caso de Bilbao, un increíble edificio, ligado al arte moderno, cambió de manera radical la manera de vivir de la sociedad bilbaina. El Guggenheim es un modelo de éxito harto imitado como motor de una sociedad (no siempre con el mismo resultado) que desde mi modesta opinión debería servir como referente para construir el futuro de Lloret. No me estoy decantando por un equipamiento cultural, si no más bien por la necesidad de equipar a Lloret con edificio o complejo singular como nuevo motor emblemático del municipio. Si fuera un equipamiento cultural de primer orden, fantástico, pero no me cerraría a otras opciones bien calibradas.
Lo que tengo claro es que Lloret necesita un gran impulso para convertirse en una villa renovada, moderna y vanguardista. Un motor emblemático para devolver el prestigio al municipio, generar trabajo estable y convertirse en un lugar donde todo el mundo tenga la oportunidad vivir dignamente. Queda claro que hay otras muchas cosas por arreglar y quizás mucho más urgentes, pero un proyecto de estas características bien podría ser la piedra angular a partir de la cual vertebrar el resto de mejoras.
El famoso rechazo de Barcelona a la sede del museo Hermitage de San Petersburgo y la valoración de una nueva ubicación por parte de los promotores son una prueba de que hay oportunidades e inversores disponibles en el mercado de los equipamientos emblemáticos.
En una próxima columna compartiré algunas ideas que tengo sobre el asunto, con la esperanza de
poder insuflar un poco de optimismo e imaginación de cara al futuro de Lloret.