“¿Morirías por alguien que no te conoce? Él sí”. Es la pregunta y respuesta que protagoniza la nueva campaña de marquesinas de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), desplegada en Lloret de Mar y más de 100 ciudades de todo el Estado.
Los carteles de Lloret de Mar se encuentran en marquesinas muy visibles en dos de las principales entradas a la población: la Avenida Vila de Blanes y la Avenida de Tossa.
Con esta acción, la ACdP invita a todos los cristianos a imitar a Jesucristo en Semana Santa, y proponen para ello el ejemplo de Ignacio Echeverría, el “héroe del monopatín” que en 2017 fue asesinado en un atentado en Londres cuando protegía a una mujer de los terroristas.
“Jesús murió por nosotros en la Cruz, e Ignacio siguió sus palabras, que aunque a veces suenen bonitas son amargas de vivir”, explica Joaquín Echeverría, su padre, en el vídeo que acompaña a los carteles (a descargar con QR desde las marquesinas). Al trazar el paralelismo entre el sacrificio de Jesucristo por toda la humanidad y la muerte de Ignacio por proteger a una desconocida, la ACdP recuerda que todos los cristianos están llamados a seguir el camino trazado por Él. “Que estos días santos nos animen, como a Ignacio, a imitar a Jesucristo”, concluye el spot.
“Se preparó toda su vida para el día de su muerte”
El vídeo de la campaña recorre, de la mano de su familia directa, toda la trayectoria vital de Ignacio. “Es como si mi hijo se hubiera estado preparando toda la vida para el día de su muerte”, dice su padre. Todos sus amigos recuerdan a Ignacio como un hombre íntegro y con fe profunda, que no consentía la injusticia. “Le costaba encontrar trabajo, pero nunca le importó perderlo, le despidieron por negarse a firmar operaciones de dudosa moralidad”, cuenta su padre.
Joaquín Echeverría también relata cómo Ignacio se jugó el tipo por rescatar a una pareja que se ahogaba en la playa, a pesar de no ser un gran atleta, o cómo se llevó una paliza por defender a unas personas en el skatepark que frecuentaba. El día en que lo mataron corrió en dirección contraria a cinco policías que huían de un atentado: se lanzó contra los terroristas, monopatín en mano, y logró salvar a una de las víctimas antes de que lo acuchillaran. “No rehuía los problemas si así ayudaba a los demás”, resume su padre.