El Gobierno contempla declarar estado de emergencia en la costa catalana tras el temporal Nelson

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En una situación considerada urgente para paliar los efectos devastadores del temporal Nelson en la costa catalana, el Gobierno de España estudia la posibilidad de declarar el estado de emergencia. Esta medida busca acelerar significativamente los trabajos de recuperación en las playas afectadas, que han sufrido una considerable pérdida de arena debido al intenso fenómeno climático del pasado fin de semana.

Carlos Prieto, Delegado del Gobierno Español en Cataluña, tras una reunión este martes con los subdelegados gubernamentales de Barcelona, Tarragona, Girona, y responsables de demarcaciones de costas, ha confirmado que están evaluando la situación provocada por el temporal. La posible declaración de emergencia podría ser expedida mediante una resolución de la Secretaría de Estado del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

A pesar de la adversidad climática, Prieto ha transmitido un mensaje tranquilizador, asegurando que la campaña de verano no se verá afectada negativamente por las consecuencias del temporal. Este optimismo se basa en el análisis preliminar de la situación, que indica que la mayor parte de la arena desplazada por el temporal, de componente sur, aún permanece dentro del sistema de playas, manteniendo la esperanza de que pueda ser naturalmente reubicada en las próximas semanas, siempre y cuando no ocurran nuevos temporales de similar magnitud.

Actualmente, los municipios costeros están inmersos en la evaluación de los daños, trabajando en estrecha colaboración con el Gobierno para precisar las necesidades específicas de recuperación de cada localidad. Aunque los informes actuales son preliminares, el Gobierno y los responsables locales se muestran confiados en que la situación pueda revertirse a tiempo para la esperada temporada turística de verano, evitando así un impacto negativo en la vital industria turística de la zona.

Aportación de arena

El Ministerio para la Transición Ecológica prepara ya aportaciones de arena dragada procedente del fondo marino para restaurar algunas de las playas. Sin embargo, todavía es pronto para saber cuáles requerirán estas toneladas de arena y cuáles no. Lo que sí es un hecho es que la declaración de emergencia puede aliviar el proceso y facilitar que la arena llegue antes de verano.

“Estas regeneraciones procedentes de la plataforma continental, a unos 60 metros de profundidad, pueden ser útiles para los próximos años, pero no son una medida definitiva”, detalla Jorge Guillén, experto del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC ). “Se pueden hacer proyectos concretos bien pensados ​​pero deben ir acompañados de una adaptación de la costa al cambio climático, algo que me consta que ya se está haciendo desde el ministerio”, asegura el científico.

«Este último temporal, que tuvo dos picos, era de garbí, es decir, de componente suroeste», apunta Guillén. Este detalle es importante, ya que normalmente los temporales que afectan al Mediterráneo son levantadas. La diferencia con los temporales de levante es que la arena, en estos últimos días, se ha movido de sur a norte. Aunque las olas no parecían extremas (3,5 metros), el impacto fue importante. Por esta razón, es posible que en los próximos días veamos movimientos de arena.

¿Puede que parte de la arena vuelva a las zonas de donde ha sido arrastrada?

Guillén no lo descarta. De hecho, en los próximos días el Govern seguirá evaluando daños e insiste en que es probable que parte de la arena vuelva a las playas. Será entonces cuando se puedan cuantificar las afectaciones de forma definitiva.

Aún así, la idea de la delegación del Gobierno es acelerar los contactos con la Dirección General de la Costa y el Mar, dada la preocupación expresada por los municipios. En las últimas horas, se han remitido los informes preliminares sobre las consecuencias del temporal y su objetivo es que las obras de restauración puedan realizarse por la vía de urgencia. Algunas fuentes dudan de que todas las playas dañadas puedan estar en las condiciones óptimas en verano.

Otras soluciones

Guillén propone aplicar soluciones conjuntas que vayan más allá de las aportaciones de arena. «Las escolleras protectoras (diques horizontales en la playa) son una posibilidad, pero no son viables en toda la línea litoral», subraya. A menudo se intenta explicar los movimientos de arena por la presencia de puertos deportivos. “Pero también faltan los sedimentos de las rieras y ríos”, advierte el experto.

¿Existe el riesgo de que la arena aportada sea engullida de nuevo con otro temporal?

“Sin duda, pero al mismo tiempo, cabe recordar que la arena, además de permitir la temporada de verano, actúa como barrera y protege a los paseos marítimos del impacto de las olas”, sugiere Guillén.

“Los sistemas de dunas y la renaturalización son viables en ciertos puntos como método de defensa”, plantea el experto. En realidad, tanto el Govern como la Generalitat ya han empezado a trabajar en esta línea. «Cerrada voluntad política y ciudadana porque las playas están muy urbanizadas. Sin embargo, a largo plazo no nos quedará otro remedio si el nivel del mar aumenta.

Deberemos combinar medidas de urgencia con soluciones a largo plazo que implicarán modificar progresivamente el modelo turístico y reconstruir algunos puntos de la primera línea de costa para devolverle a la playa lo suyo», acentúa.

Esta situación destaca la vulnerabilidad de las zonas costeras ante eventos climáticos extremos y la importancia de una respuesta rápida y coordinada por parte de las autoridades para minimizar el impacto en el medio ambiente y en la economía local. La decisión final sobre la declaración de emergencia se espera con gran anticipación, tanto por parte de los residentes como de los empresarios turísticos, que ven en ella una esperanza para una rápida recuperación y retorno a la normalidad en las playas catalanas.