Cartas al Director | “Mi madre vive atrapada en su propia casa por la falta de empatía y humanidad”

La falta de empatía y humanidad en algunas comunidades de vecinos puede hacer que situaciones que deberían resolverse en días se conviertan en una odisea de meses e incluso años. Es el caso de Elsa, una vecina de Lloret de Mar que, debido a un problema de movilidad, lleva casi dos años sin apenas poder entrar o salir de su casa de manera autónoma por culpa de un simple escalón.
Su hija, Natividad, ha querido hacer pública su historia a través de una carta enviada a nuestro medio, en la que relata la desesperante lucha burocrática que han tenido que enfrentar desde que su madre quedó en silla de ruedas en julio de 2023.
“Desde entonces estamos esperando…”
Mi madre se mudó el 1 de julio de 2023 a un edificio situado en la avinguda de Puig de Castellet nº15. Apenas unas semanas después, el 19 de julio, se le realizó una cirugía que no salió bien, obligándola desde entonces a desplazarse en silla de ruedas.
Desde ese momento, informé a la gestoría que administra el edificio sobre la necesidad urgente de crear un acceso adaptado para que mi madre pudiera entrar y salir con facilidad.
Sin embargo, los meses pasaron y la solución nunca llegó. No fue hasta septiembre de 2024, más de un año después, cuando el tema se trató por primera vez en una reunión de vecinos. La propuesta era clara: sustituir el escalón de entrada por una rampa accesible, decir que es un solo escalón, lo que el presupuesto no asciende mucho.
Pero, lejos de solucionarse, la situación se convirtió en un laberinto de excusas y retrasos.
Según denuncia Natividad, el presidente del edificio no aprobó los primeros presupuestos reunidos por la gestoría. Luego, hubo que esperar a que se aceptara una opción más económica. Ahora, después de más de cuatro meses desde la reunión de vecinos, el problema sigue sin resolverse porque el paleta que debe hacer el trabajo aún no ha empezado.
Mientras tanto, Elsa sigue sin poder salir ni entrar sola de su casa. La otra opción, moverse en silla de ruedas eléctrica es demasiado pesada para levantarla y la única opción es que alguien la ayude a moverse en una silla manual.
Cansada de la situación, Natividad ha decidido alzar la voz y hacer público el caso, esperando que, de una vez por todas, alguien se haga responsable y actúe con la urgencia que merece este problema.
“Estamos cansados de esperar”
Gracias por llegar hasta aquí
Natividad
Es vergonzoso, una situación que debería normalizarse en nuestra sociedad, la empatía a situaciones sobrevenidas que mañana le puede suceder a cualquiera, hay que derribar las barreras a las personas con discapacidad.