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Balance de la primera temporada de despedidas de soltero/a tras el endurecimiento de las ordenanzas en Lloret de Mar

El 29 de enero, se aprobaron en el pleno municipal, una serie de cambios en las ordenanzas de civismo y convivencia de Lloret de Mar. Entre las diversas aprobaciones que entraron en vigor esta temporada veraniega, destacaba la prohibición de celebrar por la calle las despedidas de solter@ que generasen molestias a los vecinos y visitantes. Una vez terminada la temporada de despedidas, hemos querido entrevistar a Míriam Rodríguez, regidora de igualdad, servicios jurídicos, contratación y RRHH del ayuntamiento de Lloret de Mar, para que nos aclare algunos puntos relacionados con las despedidas de solter@ que hemos seguido viendo de vez en cuando por nuestras calles:

-Míriam: Se llegó a publicar en prensa nacional, que se prohibían todas las despedidas de solter@ en Lloret…

¿Era un bulo, era realmente la idea inicial de vuestra propuesta, o se filtró información errónea a la prensa antes de aprobar la ordenanza?

El Ayuntamiento de Lloret de Mar no ha hecho correr ningún bulo ni hemos filtrado información para crear alarma. Se aprobó una ordenanza de civismo (39.2.o) en la que literalmente se hace constar que no están permitidas las conductas o usos impropios del espacio público, como, por ejemplo, transitar o estar en la vía pública sin ropa o solo con ropa interior, así como mostrar muñecos u otros juguetes o complementos de carácter sexual, homófobo o misógino en el marco de fiestas o celebraciones tipo despedida de soltero/a u otras.

“Por lo tanto, no se prohíben todas las despedidas de soltero/a sino aquellas que perjudiquen a los vecinos o que den una imagen de Lloret de Mar que no es la que le corresponde. Despedidas de soltero/a hay de muchos tipos, lo que no queremos es que encontremos en las calles de Lloret personas que, por motivo de una celebración, tengan conductas que muestren una imagen del destino que no se ajusta al modelo de ciudad por el que se trabaja”.

Míriam Rodríguez

Evidentemente, si unas personas están comportándose y cenando o dando un paseo por Lloret de Mar, en el marco de una despedida de soltero/a, sin molestar y siendo totalmente cívicos, a esas personas no se les va a sancionar.

-¿Cuántas multas ha impuesto el Ayuntamiento por haberse cometido actos incívicos relacionados con las despedidas de soltero/a? ¿Y, en cuanto a ordenanzas, está previsto hacer cambios de cara al año que viene?

Es difícil saber cuántas sanciones se han impuesto relacionadas con las despedidas de soltero/a, ya que la tipificación que realiza la policía cuando hace la denuncia correspondiente es alterar la pacífica convivencia, por lo tanto, no podemos diferenciar cuáles son relacionadas con las despedidas y cuáles no. De todas formas, en Lloret las conductas incívicas no quedan impunes y se realizan muchas denuncias por parte de la policía y se imponen numerosas sanciones antes los comportamientos incívicos.

En lo que se refiere a ordenanzas; No, la ordenanza de civismo fue ya modificada, y este año no se prevé que sea revisada de nuevo.

Tolerancia

Durante el verano hemos podido ver a diferentes grupos de personas celebrando despedidas de solter@, chicas silbando con penes de plástico, jóvenes disfrazados de pene gigante como algunos ejemplos llamativos. Fuentes municipales nos han comentado que no han multado la mayoría de casos durante este primer verano con el endurecimiento de la ordenanza, porque no quieren que se fueran de Lloret con mal sabor de boca y con una multa.

¿Es tolerancia o la ordenanza no se cumple?

Siempre, cuando se modifica una ordenanza, hay un periodo en el que se informa a los ciudadanos de lo que se puede o no hacer. Si hay un hombre vestido inadecuadamente, como dicen, se avisa a la policía, acudirán e informarán a este ciudadano de que esa conducta no puede llevarse a cabo en Lloret de Mar. Es el agente de policía el que determinará si es susceptible o no de denuncia. La primera actuación será avisar al ciudadano para que pueda modificar su conducta de forma inmediata. Si no lo hace se procederá al segundo paso. No se trata ni de tolerancia, ni de no cumplir la ordenanza, se trata de sentido común. Todos los cambios inician con un periodo de adaptación y de conocimiento.

“De todas maneras, las ordenanzas deben cumplirse y hemos trabajado en ella para que la vida de los vecinos/as sea más agradable y que sufran las menores molestias posibles”.

Míriam Rodríguez

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