David Busquets, capitán del Unió Esportiva Vic, protagoniza un partido histórico en el Hipòlit Planàs con el equipo de Simeone en una noche inolvidable
David Busquets, conocido como ‘Busi’ entre sus amigos y compañeros, ha cumplido uno de sus sueños más grandes: jugar en la Copa del Rey en este caso contra el Atlético de Madrid. Con 35 años, este profesor de formación profesional en deportes en Lloret de Mar y capitán del Unió Esportiva Vic ha vivido un momento que describe como “inimaginable”. El encuentro se celebró el pasado jueves (31 de octubre) en el estadio Hipòlit Planàs de Vic, donde el equipo local, de la Liga Elit, plantó cara al equipo de Simeone, ofreciendo un partido memorable.
Busquets, quien ha desarrollado su carrera futbolística en clubes como el Manlleu y el Figueres antes de llegar al Vic en 2015, equilibra su pasión por el fútbol con su labor como profesor en Lloret de Mar, a 40 minutos de su hogar en Arbúcies. Aunque su trabajo de profesor es su principal fuente de ingresos, no duda en dedicar todo el tiempo que puede a su hobby desde pequeño: el fútbol. “Para mí, esto es un sueño. Cuando haces lo que te gusta, solo necesitas tiempo para todo”, afirmó Busquets en la previa.
El Atlético ganó, pero sufrió…
El Unió Esportiva Vic, que actualmente lidera la Liga Elit en solitario tras una victoria reciente sobre el CF Lloret y otra remontada contra el Palamós, llegó a la Copa del Rey con una trayectoria destacada. Sin embargo, la primera ronda de la competición les enfrentó a uno de los grandes del fútbol español: el Atlético de Madrid. A pesar de la diferencia de categoría, el equipo de Busquets no se dejó intimidar. Ante una multitud en el Hipòlit Planàs, el Vic resistió hasta el minuto 80, cuando un penalti a favor de los colchoneros fue convertido por Julián Álvarez. Pocos minutos después, el Atlético sentenció el partido con un remate al palo largo, cerrando el marcador en 0-2.
El choque se convirtió en un evento histórico para el club y para la ciudad. La última vez que el Vic llegó tan lejos en la Copa del Rey fue en 1978, por lo que este partido representó un logro inédito para la institución y una inyección económica importante tanto para el equipo como para la localidad. Los jugadores del Atlético de Madrid, además, lucieron brazaletes negros en señal de duelo por las víctimas de las inundaciones recientes en la Comunidad Valenciana, un gesto de respeto que no pasó desapercibido.
Cabeza en alto
“Es un premio que teníamos que vivir y disfrutar”, comenta Busquets sobre el partido, reconociendo que este tipo de enfrentamientos no solo son un privilegio deportivo sino un gran impulso para el club. Aunque finalmente el sueño de continuar en la Copa no se cumplió, el Vic se despidió con la cabeza en alto, satisfecho de haber protagonizado una de las noches más importantes de su historia reciente.