Lloret de Mar acoge a 277 niños ucranianos para regalarles una semana de paz lejos de la guerra
- La ciudad se convierte por segundo año en el centro de una gran iniciativa solidaria con jóvenes ucranianos refugiados
Este viernes 2 de mayo, Lloret de Mar acoge por segundo año consecutivo la iniciativa “277 Somriures per Ucraïna”, impulsada por Sor Lucía Caram y la Fundació del Convent de Santa Clara, (con el respaldo que en su momento expresó el papa Francisco) y tienen la colaboración activa con la Fundació Climent Guitart y Guitart Hotels.
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Esta acción solidaria, que tiene como base Lloret de Mar, reúne a niños y jóvenes refugiados procedentes de Ucrania, ofreciéndoles unos días de desconexión, cultura y actividades en diversos puntos de Cataluña, justo cuando se cumplen más de tres años del inicio de la guerra.
Una presentación emotiva y un mensaje de esperanza
La presidenta de Guitart Hotels y de la Fundació Climent Guitart, Cristina Cabañas, presentó recientemente el proyecto en el CosmoCaixa de Barcelona, dentro del acto “Ucraïna: tres anys de resistència i esperança”, donde se abordaron los retos del conflicto, el papel de la ayuda humanitaria y la necesidad de una paz justa.
Lloret como punto de encuentro y cultura
Un total de 277 niños y niñas de entre 12 y 17 años han llegado a Lloret de Mar, acompañados por 21 adultos y por sor Lucía Caram, para disfrutar de una semana de vacaciones lejos del conflicto en Ucrania. La estancia se alargará hasta el 10 de mayo.
Durante estos días, los jóvenes realizarán diferentes actividades como visitas a la Sagrada Familia, el Museo del Barça, Port Aventura, municipios cercanos, actividades acuáticas y paseos por el camino de ronda de Lloret hasta la playa.
Según sor Lucía, estos menores viven en un estado de alarma constante y necesitan desconectar. Por su parte, Cristina Cabañas, presidenta de la Fundación Guitart, destaca que el objetivo es ofrecerles unos días de normalidad y bienestar.
El miércoles 7 de mayo, a las 18:00 h, se celebrará uno de los momentos más emotivos de la estancia: la entrega de diplomas a todos los participantes, un acto simbólico que representa mucho más que un papel. Es una muestra de reconocimiento, de acogida y de apoyo humano.
Como antesala a este acto, otro grupo de niños y niñas ucranianos ya ha disfrutado de una estancia en Lloret del 23 al 30 de abril. De hecho, el pasado día 24 ofrecieron una vistosa muestra de folklore ucraniano en la parroquia de Sant Romà, dejando sin palabras a los asistentes y emocionando al público con su alegría, fuerza y tradición.
Lloret se reafirma así como una ciudad solidaria, comprometida y abierta, dispuesta a tender la mano cuando más se necesita. Y estos “277 somriures” son, sin duda, la mejor prueba de ello.
