Una tranquila jornada de búsqueda de setas se convirtió en un inquietante descubrimiento para una pareja de Lloret de Mar. Montse Espada y su pareja, Francesc Fontrodona, originario de Malgrat, se encontraban ayer domingo 20 de octubre paseando por una zona boscosa de Santa Susanna, cuando se toparon con lo que parecía ser un esqueleto humano en una caja de madera.
Montse relató cómo, al abrir la caja, su tranquilidad se tornó en horror. “Primero vi unas botas y ropa antigua; luego, el torso de un cuerpo”, contó visiblemente impactada. Alarmados por el hallazgo, decidieron inmediatamente llamar al 112 para informar sobre la situación.
La rápida respuesta de los Mossos d’Esquadra fue crucial. Al llegar al lugar, un agente abrió la caja y, al comprobar que lo que parecía ser un cuerpo humano era extremadamente realista, ordenó a la pareja que abandonara el área. “Me puse a temblar; estaba en shock”, confesó Montse. Ante la posibilidad de un hallazgo grave, se activó el protocolo correspondiente, enviando a un equipo especializado para investigar la situación.
Una vez en el lugar, los agentes confirmaron que se trataba de un esqueleto de plástico, muy similar a un cuerpo humano. “La calavera tenía hasta pelo y los huesos estaban como ennegrecidos”, explicó Montse, quien había grabado el descubrimiento con su teléfono. La caja, aparentemente vieja y desgastada, parecía haber estado enterrada durante mucho tiempo.
✳️ Conéctate a nuestro canal de Whatsapp y recibe todas las noticias diarias. Para acceder haz click aquí.
Al confirmar que se trataba de una réplica, similar a los esqueletos utilizados en universidades, la policía cerró la investigación. No obstante, quedó la duda sobre cómo y por qué ese esqueleto había sido dejado allí. Algunos especulan que podría tratarse de una broma, especialmente con la cercanía de la festividad de Halloween, donde los muertos y los sustos cobran protagonismo.
A pesar del susto inicial, tanto Montse como Francesc pudieron reírse de la experiencia una vez que se confirmó que todo era una farsa. La caja y el esqueleto fueron retirados para evitar nuevos sustos a quienes frecuentan la zona, restableciendo así la normalidad en este tranquilo bosque, alejado del bullicio de las poblaciones cercanas.