Cartas al Director | “Tener a 800 turistas jóvenes como vecinos y sin ningún control, es muy duro, ¡ya no podemos más!”

Hoy tratamos un tema conocido por todos pero no por ello con menos importancia: la convivencia entre turistas y los vecinos y vecinas de Lloret colindantes a sus hoteles, los problemas que esto puede conllevar cuando unos están de vacaciones y los otros tienen una rutina que cumplir. Hoy tratamos un tema puntual en nuestro apartado…

Cartas al Director:

Soy Preslava Aleksandrova y nací en Lloret de Mar. Os escribo porque recientemente ha sido la gota que ha colmado el vaso. Ya no sé qué hacer. Llevo mucho tiempo sin poder dormir como una persona normal. Me gustaría contar mi historia para concienciar a la gente sobre cómo los hoteles no regulan a sus turistas y hacen de la noche una pesadilla para todos los vecinos que viven al lado. Además, veo que nadie está haciendo nada y me parece una injusticia. También quiero que esto llegue lo más lejos posible para que a quien corresponda tomen medidas al respecto.

Con mi familia nos mudamos hace casi 4 años al edificio que está al lado del “Hotel htop Royal Star & SPA”, que se encuentra en: la Avinguda Vila de Blanes, 70, al lado del cementerio. Ya son 4 años de sufrimiento y cambiar de piso no es nada fácil. Cada verano se convierte en una pesadilla por culpa de los turistas y del poco control que tiene el hotel sobre ellos. Gritan, chillan, ponen música, saltan de balcón en balcón, se tiran cosas, rompen cosas, tiran petardos, montan fiestas en la terraza… Incluso, en alguna ocasión los he visto entrando en áreas privadas que se encuentran al lado del hotel. Todo esto a todas horas, es un no parar 24 horas nonstop.

La cosa es que, con los vecinos, intentamos meterlos dentro de sus habitaciones hablando con ellos a altas horas de la madrugada, porque necesitamos descansar. ¿Y qué recibimos a cambio? Con suerte, comprenden la situación y se meten dentro, cosa poco común. Pero la gran mayoría de las ocasiones nos gritan, insultan, se ríen en nuestras caras, se meten un rato dentro de sus habitaciones y al rato salen.

¿Qué hace el hotel al respecto? Absolutamente nada. Tienen un guardia que ronda todo el hotel, que en ocasiones hace lo que se espera de él. Pero claro, es eso, RONDA TODO EL HOTEL. Yo llamo porque algún turista mete un grito para que le digan algo, pero yo tampoco puedo garantizar que para cuando venga el de seguridad ellos sigan ahí. El grito que ha metido ya ha despertado a todo el bloque.

Lo que pasó el otro día fue lo siguiente. Como que un partido de la Eurocopa terminó tarde, podía entender que gritaran y nadie les dijo nada porque hasta cierto punto se entiende la emoción. El problema llega cuando entre las 00 y la 1 h, un grupo comienza a reírse a carcajadas en los balcones y hablar alto. Salí y les pedí por favor que se callaran, que no podía dormir por su culpa. Se comienzan a reír en mi cara, me insultan y continúan a lo suyo.

Un día cualquiera a las 6 de la mañana

Llamo al hotel y me dicen: “vale, de acuerdo, ahora mandamos al de seguridad”. Al rato escucho que hablan más bajito, entonces me vuelvo a dormir. Me vuelven a despertar a las 5 de la mañana, los de la misma terraza, pero ahora un grupo más reducido. Les vuelvo a pedir por favor, que paren, que me han despertado y que no puedo dormir. A lo que me dicen: “Sí, sí, perdón”, pero continúan en la terraza hablando como si no les hubiera avisado. A lo que vuelvo a llamar al hotel para avisar y me dicen lo mismo de antes. Pasaron 20-30 minutos y ellos continuaban en las mismas. Ya cansada, vuelvo a llamar al hotel, y el recepcionista, con toda su caradura, dice lo siguiente:

“El de seguridad ha pasado y dice que no había nadie en los balcones, no sé qué pretende. ¿Encerrarlos dentro de sus habitaciones? Y en las cámaras se ve que todo está cerrado.”

Le respondí que yo no podía asegurar que para cuando llegara el de seguridad, que los chavales estuvieran en la terraza, que perfectamente podrían meterse dentro y luego salir. En principio, el de seguridad había ido, cosa que dudo. Estuvieron así un rato y supongo que luego se cansaron. Yo me fui a dormir.

Pero otra vez me despertaron, a las 6 de la mañana, gritando: “Hola mis vecinos, que os jodan (Hello my neighbors, fuck you)”:

Estuvo así hasta que vio que nadie le hacía caso y luego se fue. ¿Pero os lo podéis imaginar? Gritaba única y exclusivamente para provocar a los vecinos, entre los que hay niños pequeños y personas mayores. ¿Y dónde estaba el de seguridad? Pues no se sabe.

A lo que quiero llegar con esto es que reflexionemos como vecinos y turistas, cuando vamos a algún lado. O se pone una o varias personas de seguridad que estén ahí toda la noche, o los vecinos tomaremos medidas legales al respecto.

Como extra diré que los turistas han estado tirando papel de váter mojado al edificio. Una chiquillada, si, pero todo suma.

Nosotros ya no podemos más, es una situación insostenible. ¿Y vosotros, qué opináis?