Cartas al Director: “Sufrir la tiranía y despotismo de algunos agentes policiales de Lloret de Mar”

Hoy en Lloret Gaceta, ponemos el altavoz de la sección de Cartas al Director, a un grupo de amigos de Lloret de Mar que una tarde cualquiera, en un lugar cualquiera de la población, sufrieron tal como titulan ellos en su escrito… “La tiranía y despotismo de algunos agentes policiales en Lloret de Mar”

Soy Robert Chalabyan, vecino de Lloret de Mar y me considero una persona sana, noble, aplicado y trabajador. Acentúo esto, ya que en el relato que a continuación haré, pienso que la policía se equivocó con nosotros: un tranquilo grupo de amigos reunidos en una zona reposada de nuestro municipio.

Para ponernos en situación, estábamos hace unos días en la zona del circuito de arena para la práctica de saltos con BMX, al final de la riera en el barrio del Rieral, una zona apartada donde nos reunimos a menudo para escuchar música y charlar. Éramos tres amigos dentro de nuestro coche aparcado, cuando sin pretexto alguno, aparecieron 3 patrullas de la policía local, nos rodearon, se bajaron varios agentes-no recuerdo cuantos-nos sentimos por un momento como la organización criminal del Cartel de Medellín liderado por Pablo Escobar.

Con bastante soberbia se dirigieron a nosotros durante todo el momento de la “redada” y nos pidieron que nos bajáramos del vehículo y que íbamos a ser inspeccionados para la posible búsqueda de estupefacientes. Hasta aquí todo dentro de la normalidad, ya que deben hacer su trabajo. Nos registraron de arriba a abajo y de un furgón salió un perro policía K9, que se dispuso a inspeccionar el coche, también de arriba a abajo. 

Después de, evidentemente, no encontrar nada, se marcharon y nos dijeron, con cierta vacilada, que habíamos tenido suerte esta vez. La verdad, para nosotros esto es nuevo y toda la situación fue un tanto desagradable. No se… quizás un “lo sentimos chicos, nos hemos equivocado” pero tras ver cómo actuaron con nosotros, notamos cierta tiranía y despotismo en su carácter, nos pareció una falta de respeto y descaro por su parte, y pensamos que la autoridad debería tener un trato más cercano y no con estos aires de superioridad ¡Que no somos delincuentes!.

Si la experiencia había sido desapacible en general, cuando se marcharon-con una sonrisa asegurada en sus rostros- seguía nuestra “película particular” y al ver los asientos del coche, alucinamos. Lamentable el estado en el que quedaron los asientos traseros del coche de mis padres después de esta inspección de la Policía Local y su fiel buscador. Obvio que el pobre can, no tiene culpa de nada, él está entrenado para buscar droga y no para darse cuenta que ha ensuciado su objetivo, lógicamente.

Para finalizar, recalcar que obviamente los gastos de la limpieza (que no fue fácil ) los tuvimos que pagar nosotros. También dejar claro que era una zona arenosa y embarrada, de ahí que acabaran los asientos en el estado que muestro en esta imagen:

P.D. Mi amigo dejo el móvil grabando hacia arriba por si pasaba cualquier cosa y así dejar constancia del perro olfateando y rondando por el coche: