Cartas al Director | “Clamamos justicia y apoyo ante la batalla silenciosa que estamos sufriendo”

Hoy recibimos una de esas cartas que hacen pensar sobre las injusticias de la vida, las desigualdades, como la sociedad se va deshumanizando y cómo influye el dinero en poder ser feliz, poniendo en duda esa famosa frase de… “el dinero no da la felicidad”. Todo esto se desmorona cuando un problema de salud va complicando el día a día de una familia.

Cartas al Director:

Mi nombre es Anne Marie Voskuil Fenero, tengo 25 años y soy de Lloret de Mar. Escribo esta carta desesperadamente porque ya no sé qué más puedo hacer para ayudar a mi madre, la cual haré llegar (esta carta) a donde sea necesario.

Mi madre, Pilar, de 61 años, lleva casi 10 años enferma y prácticamente sin ayuda de nadie. Ha trabajado toda su vida en la tienda de bolsos de mi tía, y siempre esforzándose mucho para cuidar de mi hermano y de mí.

Mi madre no tiene diagnóstico ni apoyo económico, solo cuenta con mi ayuda y la de mi abuela de 91 años. Si no fuera por ella y mis tios, estaríamos en la calle. Sé que el día que falten, si nadie nos ayuda, terminaremos sin techo, y ese día no está lejos, lo tenemos a la vuelta de la esquina, y no es una exageración, es la realidad, nuestra realidad.

Todo esto ha llevado a mi madre a una enfermedad mental que también nos ha afectado a mi hermano y a mí. Ambos sufrimos de depresión. Yo trabajo en verano de camarera en un hotel. Nuestros ingresos se destinan a pagar las facturas y comprar comida y medicamentos. Durante el invierno, yo estudio gracias a una fundación llamada Nou Cims de la Fundació Ser.Gi y Porta d’Accés, y mi madre va muchas noches a urgencias gastando los pocos recursos que tenemos en taxis porque no tenemos vehículo, y muchas veces nos han negado ambulancias por tener otras urgencias (que es normal).

Hace más de un año solicitamos la incapacidad permanente para mi madre. Fuimos a juicio, pero se lo denegaron, sugiriendo que podría trabajar en otro lugar. Esto es imposible para ella, ya que llora y grita de dolor constantemente. He llenado formularios, pedido ayudas por discapacidad y dependencia, pero nada ha funcionado. Nuestra vida se desmorona cada día más y nadie hace nada por ayudarnos.

Hemos pedido una segunda opinión medica en la Vall d’Hebron, que ha sido aceptada pero nunca llega esa segunda opinión, y me temo que no la van a citar para valorarla físicamente.

Mi madre está atrapada en esta locura, y mi hermano y yo somos tratados con lástima pero sin recibir ninguna ayuda real. Mi madre sufre dolor durante 10 años, ha sido dependiente del Fentanilo debido a la enfermedad, ahora esta con tratamiento para la abstinencia y sufre de una depresión muy severa. Si todavía sigue luchando, es porque tiene una gran fe en Dios.

Suplico con toda mi alma que alguien tenga compasión y realmente ayude a mi madre. Necesitamos que se le conceda la incapacidad permanente, que alguien venga a ayudarla cuando nosotros trabajamos y tratamos de salir adelante, y que se le alivie el dolor tan horrible y insoportable que padece.

Quien la conozca en el pueblo sabe que mi madre siempre ha sido una persona luchadora, sonriente, y que siempre ha estado a disposición de todos. Les ha atendido siempre con la major actitud, y ahora ella necesita que la atiendan pero se nos complica enormemente esta situación.

Por favor, necesitamos ayuda urgente; si estas letras escritas caen a alguna persona que pueda ayudarnos pueden contactar a este mail: annafenero@gmail.com.

Disculpen las molestias y gracias por su atención.

Atentamente,

Anne Marie Voskuil Fenero