Caos vial en Lloret de Mar: El accidente que paralizó el municipio durante horas y reaviva el debate sobre la infraestructura de la C-63

Ayer martes 13 de agosto, Lloret de Mar vivió una tarde caótica debido a un grave accidente de tráfico que colapsó una de sus principales vías de acceso durante más de cuatro horas y consecuencia de ello, también llegó el embotellamiento a cada rincón de la población. El incidente ocurrió alrededor de las 14:03 horas en la carretera C-63, en el tramo que conecta Lloret de Mar con Vidreres, cuando un camión de Bomberos del parque de Lloret de Mar, que se dirigía a sofocar un incendio en Arbúcies, colisionó violentamente por causas aún desconocidas con un camión de basura que también circulaba por la vía. El impacto provocó el espectacular semi vuelco del vehículo de emergencia, dejando un saldo de siete personas heridas.

Los siete heridos fuera de peligro

Entre los heridos se encontraban seis bomberos y el conductor del camión. El Servicio de Emergencias actuó con rapidez, movilizando seis ambulancias y dos helicópteros, uno de ellos medicalizado para atender a las víctimas. Una de las víctimas, un bombero, en estado grave pero estable, fue trasladada de urgencia al hospital Josep Trueta de Girona, mientras que otros dos heridos, con lesiones de menor gravedad, fueron llevados al mismo centro sanitario. Los cuatro restantes, que sufrieron heridas leves, fueron derivados al hospital Santa Caterina de Salt. Afortunadamente, todos se encuentran fuera de peligro.

El operativo de rescate no fue sencillo. Se desplegaron seis dotaciones de Bomberos adicionales y un helicóptero del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE) para realizar las labores de extracción de los ocupantes atrapados y estabilizar la situación en la zona del siniestro. Los Mossos d’Esquadra de Trànsit han abierto una investigación para esclarecer las causas del accidente, que, además de los daños personales, provocó un colapso monumental en toda la población.

Este siniestro ocurrido en pleno agosto, en medio de una temporada alta para el turismo en Lloret de Mar, lo que agravó aún más las consecuencias, sumando las tres obras de infraestructura que están activas en la carretera afectada, sumando a esto la llegada masiva de turistas por el puente del 15 de agosto y el tráfico habitual de los residentes de Lloret. La combinación de estos factores con el cierre total de la C-63 en el tramo que une Vidreres y Lloret, transformó la circulación en toda la población en un verdadero caos.

Durante las casi cuatro horas en que la carretera estuvo cerrada, el tráfico en Lloret de Mar quedó casi paralizado. Los conductores se vieron atrapados en largas colas que, en algunos casos, implicaban más de una hora para cruzar la ciudad. Las escenas de nerviosismo y frustración eran comunes, con trabajadores avisando de sus retrasos, turistas desesperados por avanzar y el incesante sonido de los cláxones como banda sonora de la tarde.

¿Soluciones?

Este episodio ha reavivado el debate sobre la capacidad de la infraestructura vial de Lloret de Mar para hacer frente a situaciones de emergencia y al aumento del tráfico en la temporada alta. Muchos residentes coinciden en que la C-63, una carretera clave para la región, se ha quedado obsoleta y que la adición de más carriles es necesaria para evitar futuros colapsos. Otros vecinos, por su parte, consideran que la solución pasa por la obra de la autopista, donde los vehículos llegarían a pocos metros de la entrada de Lloret, lo que permitiría una descongestión significativa y un tránsito más fluido.

El accidente de ayer martes 13 de agosto, ha dejado al descubierto las limitaciones de la red vial local y plantea serias preguntas sobre la preparación de Lloret de Mar para afrontar situaciones similares en el futuro. Mientras las autoridades investigan las causas del accidente, los residentes y turistas siguen lidiando con las secuelas de una tarde que dejó en evidencia la necesidad de mejoras urgentes en la infraestructura de Lloret de Mar.