Aparece el heredero del asesino adinerado del inquietante “Crimen de Lloret”

El Crimen de Lloret (1979)

Muchos recordaréis el llamado por la prensa nacional y local del momento como el ‘Crimen de Lloret’: Francisco Javier Vila Llobet, prominente empresario barcelonés con un oscuro pasado, fue juzgado y condenado en 1981 a 20 años de prisión por el brutal asesinato de su esposa, Aurora Braña. Nacido en 1949, Vila Llobet era hijo único y su madre, afectada por esquizofrenia, fue ingresada en un hospital psiquiátrico cuando él tenía 17 años. Tras conocer a la enfermera Aurora Braña, se casaron, pero la tragedia golpeó el 9 de marzo de 1979 en su chalet de Lloret de Mar, conocido como ‘Villa Aurora’, situado en la calle Marià Fortuny a pocos metros de llegar al Castell de Sant Joan de Lloret.

Durante el juicio, se reveló que la discusión del matrimonio culminó en la muerte de Aurora. Vila Llobet la golpeó y desfiguró su rostro antes de arrojar su cadáver en un barranco. Su extraña reacción al descubrimiento del cuerpo levantó sospechas y lo convirtió en el principal sospechoso.

Francisco y Aurora

La sentencia, aunque reconocía su estado mental afectado, lo condenó a 20 años de prisión. Después de cumplir su condena, en la década de 2000, retomó su actividad profesional en Industrias del Besós. Sin embargo, en 2008, renunció a su cargo. A pesar de estos antecedentes, el reciente fallecimiento de Vila Llobet sin testamento, ha desencadenado una búsqueda de herederos por parte de la Generalitat, destacando la complejidad de una vida marcada por la tragedia y la controversia.

Villa Aurora en la actualidad

Hablando con varios vecinos de la zona, nos informan que la enigmática Villa Aurora sigue ocupada por varias personas desde hace años. Un chalet de construcción diferente y que en su día era considerada una “lujosa rareza” a día de hoy es disfrutado por varios okupas; pero esta situación puede dar un giro de guión por las últimas noticias recibidas:

“Desentrañando el enigma: El retorno y la muerte del empresario condenado”

La complejidad de este enigma se profundiza con la muerte de Vila Llobet el 26 de febrero del año 2022, a los 72 años, sin dejar testamento. Un hombre que, después de protagonizar uno de los casos criminales más impactantes de la región, encontró una segunda vida en el mundo de los negocios. La reciente revelación de un heredero legítimo añade un giro intrigante, frustrando los planes de la Generalitat de hacerse con sus propiedades y desatando una nueva ola de interrogantes sobre la vida y los negocios del empresario.

“El legado inescrutable del asesino de Lloret: Una herencia dispersa”

Francisco Javier Vila Llobet, es ahora protagonista de una herencia llena de complejidades y misterios. Tras cumplir su condena por el asesinato de Aurora Braña, Vila Llobet retomó su carrera empresarial en la década de 2000, involucrándose en la actividad constructora e inmobiliaria, según las auditorías de 2007 de Industrias Besòs con un patrimonio de 1.500 millones de euros en activos.

Al ser hijo único y no tener descendencia, la dirección general de Patrimonio de la Generalitat intentó localizar a sus familiares en varias localidades e inició un expediente de declaración de herederos intestado a favor de la administración pública. Ahora, el departamento de Economía y Hacienda ha archivado este procedimiento porque ha aparecido un heredero legítimo que ha acreditado mejores derechos sucesorios que la Generalitat en esa herencia.

Su muerte en Blanes en 2022, a los 72 años, sin herederos y sin dejar testamento, desencadenó una batalla por sus propiedades. La Generalitat, tras iniciar trámites para apoderarse de sus bienes, se ve sorprendida por la aparición de un heredero legítimo. Barcelona, Blanes, Lloret, Vallfogona de Riucorb y Vilanova i la Geltrú se convierten en testigos de una herencia dispersa, que incluye propiedades, terrenos y la sombra de un hombre que, a pesar de su oscuro pasado, dejó una marca duradera en la historia de Cataluña.