NotíciesSuccessos

La madre acusada de matar a su hija de Lloret, afronta la prisión permanente revisable

Se hace público el sumario de uno de los casos más duros de los últimos años, y que afecta a Manuel Ardila, vecino de Lloret de Mar, que perdió a su hija Laia a manos de Vanesa Muñoz su ex pareja y madre de la pequeña. (Para visualizar publicaciones anteriores de este caso visita este enlace).

Ahora, esta joven (Vanesa Muñoz) y su novio (Cristian Lastanao) afrontan una pena de prisión permanente revisable por los hechos ocurridos en enero de 2021. Esta petición de condena la secundan la Fiscalía, la Generalitat de Cataluña como tutora de la hermana mayor de la fallecida y el abogado del padre biológico de Laia, Manuel Ardila, vecino de Lloret de Mar, que ha luchado por esta condena durante meses juntamente con la lucha constante de poder enterrar a la pequeña Laia en Lloret de Mar, población donde vive toda la familia Ardila. El juicio se celebrará en la Audiencia Provincial de Zaragoza con jurado popular.

Resumen del sumario del caso de la muerte de Laia:

*Esta noticia contiene contenido que pueden afectar la sensibilidad de algunas personas.

Vanesa Muñoz y su pareja, Cristian Lastanao, tenían una vida aparentemente normal, o al menos eso era lo que transmitían en sus redes sociales. Ella tenía dos niñas y dos niños y, según compartía, los amaba. Pero la realidad era otra. Ocultaba que los servicios sociales le habían quitado la custodia de tres de ellos y que les maltrataba y castigaba duramente. Cuando una de sus hijas, Laia, alcanzó los dos años murió como consecuencia de varios golpes. La autopsia determinó que la pequeña tenía 73 lesiones recientes y 28 más antiguas. Los servicios sociales ya estaban entonces detrás de esta pareja. 

La investigación del  Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón concluyó que el 21 de enero, Laia presentaba fiebre, diarrea y cansancio general. Se quejaba de que le dolía la tripa y no quería comer. Eran los síntomas de la peritonitis que sufría como consecuencia del centenar de lesiones que presentaba en su cuerpo. En un momento de ese día la pequeña se desvaneció y para espabilarla su madre y la pareja decidieron bañarla en agua fría, pero nunca más volvió a reaccionar.

Con Laia en brazos, los encausados bajaron al portal y pidieron ayuda a unos vecinos que, tal y como declararon a los agentes, ya vieron marcas extrañas en el cuerpo de la niña. Además del centenar de lesiones que presentaba el pequeño cuerpo de Laia, la autopsia reveló que “existió consumo de cocaína durante los seis meses anteriores, también cannabis, así como trazas de un antidepresivo y de un hipnótico“.

Todos estos datos se conocieron a posteriori gracias al informe forense y al estudio de los teléfonos móviles de la pareja. Según pudieron ver los investigadores a través de fotos que la pareja se había estado mandando, a la pequeña la castigaban obligándola a comer guindillas y salsa picante.También la encerraban en el armario o la colgaban de un gancho que había en la pared.

Además, Cristian llegó a declarar cómo la maltrataba tirándola al suelo o metiéndole su ropa interior en la boca. Vanesa Muñoz, por su parte, reconoció ser consciente de lo que hacía Cristian. Sin embargo señaló que no lo pudo evitar y que no prestaba atención a lo que le pedían los servicios sociales porque tenía miedo, según dijo, de perder a sus hijos.

En 2020 los Equipos de Atención a la Infancia de Cataluña concluyeron que los menores se encontraban en una situación de riesgo grave para su integridad física y emocional. Pese a ello, la madre siguió viéndoles y en un régimen de visitas no los devolvió y se trasladó a Zaragoza.  En el momento de la muerte de Laia el Gobierno de Aragón tenía abierto un expediente. 

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Articles relacionats

Back to top button