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El curioso caso de ‘Mayo’: el gato de Lloret que desafía las alturas

En un rincón peculiar de Lloret de Mar, un gato llamado Mayo se ha convertido en protagonista de una inusual serie de aventuras. A pesar de sus solo 18 meses de edad, su afición por escalar árboles le ha llevado a convertirse en un habitual del servicio de emergencias locales, generando tanto preocupación como curiosidad entre los vecinos.

Mónica, la dueña de Mayo, comparte la historia detrás de esta curioso caso. Todo comenzó cuando su gato, que tiene un espíritu aventurero, decidió explorar el jardín de la vecina colindante que tiene una perra. A pesar de los ladridos del animal, Mayo no se amedrenta y, en ocasiones, se escapa a la copa de un alto árbol de aproximadamente siete metros de altura situado en la propiedad de su vecina. Sin embargo, el problema radica en que, a diferencia de otros gatos que pueden bajar con facilidad, Mayo parece no saber cómo descender.

“Ya van ocho veces que Mayo se queda atrapado en el árbol”, comenta Mónica, visiblemente angustiada por la situación. Cada vez que esto sucede, el gato puede pasar entre dos y tres días aullando desde las ramas, lo que provoca no solo su estrés, sino también el de los vecinos que tienen que lidiar con el sonido constante, según comenta la propietaria de Mayo.

“He tenido el último episodio esta semana, requirió la intervención de los bomberos, quienes acuden, por protocolo, 24 horas después de que el gato se queda atrapado”.

Mónica

Mónica ha intentado diferentes métodos para rescatar a su gato. En algunas ocasiones, ha recurrido a un vecino que, con una escalera muy larga y con una palo largo, logra empujar a Mayo para facilitar su descenso, y abajo lo esperan con una manta.

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A pesar de su experiencia en el cuidado de gatos y de controlar varias colonias felinas en la zona, Mónica se siente sorprendida. “No es normal que un gato suba y no sepa bajar. Estoy considerando colocar algo en el árbol para evitar que suba de nuevo”, comenta, añadiendo que ha estado en contacto con varias personas en busca de consejos, pero nadie parece haber enfrentado una situación similar.

Lo más curioso es que Mayo fue rescatado cuando era “un bebé” por la misma dueña de la perra (vecina de Mónica) y se preguntan si es una manera de llamar la atención y querer ser cuidado por la persona que lo rescató. Mónica no puede evitar preguntarse también si puede existir un vínculo extraño entre su gato y el árbol que lo atrapa. “Parece algo estúpido, pero lo paso fatal. Quiero encontrar una solución para que esto no vuelva a suceder”, confiesa.

La historia de Mayo y su peculiar relación con el árbol se ha convertido en un tema de conversación en la urbanización (Lloret de Dalt), dejando a muchos preguntándose qué podría hacer este gato para evitar futuros rescates y si algún día aprenderá a bajar por sí mismo. Mientras tanto, la búsqueda de respuestas continúa para Mónica, quien solo desea ver a su querido gato fuera de peligro y disfrutar de una vida más tranquila.

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