Detenido en Lloret de Mar un fugitivo italiano condenado por causar la muerte de 6 personas

- Se alojaba con documentación falsa en un hotel de la Avinguda Roca Grossa y fue capturado cuando salía del establecimiento
Según informa el canal italiano de televisión Rai News, Andrea Cavallari, un joven italiano de 26 años condenado por su implicación en una de las tragedias más tristes de Italia, ha sido detenido el pasado jueves 17 de julio por la Policía Nacional en Lloret de Mar tras más de dos semanas huido. El arresto se ha producido alrededor de las 10 de la mañana, cuando el joven se disponía a abandonar el hotel donde estaba hospedado bajo un nombre falso y con documentación falsificada.
Cavallari era uno de los miembros de la conocida Banda del Spray, un grupo de jóvenes que en 2018 provocó una estampida mortal en la discoteca Lanterna Azzurra, durante un concierto del rapero Sfera Ebbasta, al usar gas pimienta para robar. En aquel suceso murieron seis personas, entre ellas cinco menores de edad, y otras 59 resultaron heridas.
Una fuga estudiada al milímetro

El pasado 3 de julio, Cavallari aprovechó un permiso penitenciario para defender su tesis de Ciencias Jurídicas en la Universidad de Bolonia. Tras almorzar con su madre, su abuela y su padrino en el centro de la ciudad, nunca volvió a prisión. Lo que parecía una simple celebración familiar, fue en realidad el inicio de una fuga meticulosamente planificada.
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Tras cruzar la frontera por tierra para evitar controles, se desplazó por varias zonas de la provincia de Barcelona. Durante ese tiempo, cambió varias veces de alojamiento, usó billetes falsos y una tarjeta bancaria que no le pertenecía. Su pista fue seguida de cerca por las autoridades italianas, que alertaron a sus homólogos españoles. Finalmente, fue localizado en Lloret de Mar, donde vivía como un turista más en un hotel de la Avinguda Roca Grossa.
Captura sin resistencia y bajo identidad falsa

En el momento del arresto, Cavallari estaba realizando el check-out del hotel cuando fue sorprendido por los agentes. No opuso resistencia y en sus bolsillos se hallaron varios billetes falsos, cuya procedencia sigue siendo investigada. Se había registrado bajo el nombre de Antonio Saitta y tenía documentación completamente falsificada. No iba armado.
Gracias a la colaboración entre la Policía Nacional, la Policía de Barcelona y los Carabinieri italianos, se logró cerrar el cerco y proceder a su detención. El operativo ha sido calificado como un “ejemplo de cooperación judicial internacional” entre España e Italia.

Prisión en Brians y espera de extradición
Tras su arresto, Andrea Cavallari ha sido trasladado a la prisión de Brians, en Barcelona, donde permanecerá bajo custodia hasta que se resuelva el procedimiento de extradición a Italia. Este proceso podría tardar entre 10 y 30 días, según fuentes judiciales.
El caso se encuentra en manos del Juzgado Central de Instrucción nº3 de la Audiencia Nacional, que será el encargado de decidir sobre su situación legal en España hasta que se materialice su entrega a las autoridades italianas.
¿Quién lo ayudó a huir?
La Fiscalía de Bolonia ha abierto un expediente no solo por evasión, sino también por favorecimiento de fuga, para averiguar quién pudo ayudarle a escapar. Se sospecha que pudo recibir apoyo desde Milán y que incluso habría usado un teléfono clandestino desde la cárcel para preparar su huida.
El uso de tarjetas ajenas, la tenencia de dinero falso y su capacidad para evitar dejar rastros digitales han hecho saltar las alarmas sobre una posible red de apoyo más amplia.
El dolor de las víctimas sigue vivo
Paolo Curi, viudo de Eleonora Girolimini —una de las seis víctimas de la tragedia en Corinaldo— ha declarado que siempre confió en que capturarían a Cavallari: “Tenía la oportunidad de rehacer su vida, pero ha demostrado que no quiere cambiar”. Para él, la fuga ha sido un gesto que solo demuestra que el arrepentimiento nunca existió.
Un caso que sacude a Europa
La detención de Andrea Cavallari no solo ha reabierto viejas heridas en Italia, sino que ha puesto en evidencia las grietas del sistema penitenciario europeo. La decisión de permitirle salir sin escolta para su graduación ha sido duramente criticada por la opinión pública italiana. A Cavallari le faltaban apenas tres años para iniciar su régimen de libertad condicional.
Mientras tanto, la policía sigue investigando el posible apoyo logístico y financiero que recibió durante su estancia en España. Vivía en Lloret como un turista más, frecuentaba restaurantes, usaba servicios de alojamiento vacacional y se desplazaba habitualmente a la periferia de Barcelona para evitar ser detectado. Todo bajo una apariencia normal, pero con un oscuro pasado a cuestas.