Unas 1.000 personas han asistido este lunes a la misa exequial del obispo de Girona, Francesc Pardo, fallecido la noche del pasado jueves a los 75 años tras semanas ingresado en el hospital.
La ceremonia ha tenido lugar en la Catedral de Girona, donde también se ha enterrado el féretro, en el pasillo central del templo.
La ha presidido el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, y la han concelebrado, entre otros, el nuncio apostólico de España, Bernardito C. Auza y el cardenal arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella.
Además, han asistido el arzobispo de Urgell (Lleida), Joan-Enric Vives y el cardenal arzobispo emérito de Barcelona, Lluís Martínez Sistach.
También estaban los obispos auxiliares de Barcelona y de Valencia y los obispos Francesc Conesa, de Solsona (Lleida); Enric Benavent, de Tortosa (Tarragona); Agustí Cortés, de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona); Salvador Giménez, de Lleida; Salvador Cristau, de Terrassa (Barcelona); Sebastià Taltavull, de Mallorca, y Romà Casanova, de Vic (Barcelona).
Las principales autoridades civiles presentes han sido las conselleras de Justicia, Lourdes Ciuró, y de Investigación y Universidades, Gemma Geis; la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas; el presidente de la Diputación de Girona, Miquel Noguer; el exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras; y diputados, senadores, alcaldes y concejales.
BIOGRAFÍA
Pardo nació en Torrelles de Foix (Barcelona) el 26 de junio de 1946 y obtuvo la licenciatura en Teología en la Facultad de Teología de Catalunya.
Autor de diversos artículos, fue ordenado capellán en la basílica de Santa Maria de Vilafranca del Penedès en 1973 y en julio de 2008 fue nombrado obispo de Girona por el papa Benedicto XVI, tomando posesión del cargo el 19 de octubre de ese año.
El 26 de junio de 2021, con motivo de sus 75 años, había presentado la renuncia al papa Francisco.