Una administración concursal asume la deuda de 31 millones de euros del Hotel Don Juan de Lloret y mantiene sus 300 empleados
“Como administrador concursal estamos muy satisfechos de haber contribuido en la reestructuración de uno de los hoteles más emblemáticos de Cataluña y haber salvado un pedacito de nuestro preciado tejido empresarial”
Con estas palabras empieza sus declaraciones Enric Siles, uno de los abogados de la administración concursal que ha apostado por salvar el futuro del complejo hotelero.
El hotel ‘Don Juan Resort’, de Lloret de Mar (Girona), ha alcanzado la fase de convenio tras la sentencia del pasado 8 de junio por parte del Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Girona, en relación con el proceso concursal que la compañía inició en diciembre de 2022. Se trata de un convenio inusual por las excepcionales condiciones favorables para los acreedores, que parte de una importante premisa que da seguridad en su cumplimiento: el valor del hotel es superior a la deuda existente. Mientras la deuda negociada es de 31 millones de euros, el valor de activo supera los 50 millones.
El juzgado Mercantil número 1 de Girona, a través de la sentencia del pasado 5 de octubre, ratifica el convenio presentado el pasado 8 de junio por la empresa Hotel Don Juan de Lloret de Mar. Este convenio, que obtuvo la aprobación del administrador concursal, el abogado y economista Octavio Gracia, socio de la firma Think It Legal, viene a garantizar la solvencia de la sociedad de cara al futuro.
Los trabajadores
Este hotel, uno de los tres más grandes de Cataluña, ha logrado sobreponerse a la crisis y con esta sentencia, que ya es firme, mantiene los 300 puestos de trabajo entre directos e indirectos y sus más de 800 habitaciones que le convertían en uno de los emblemas del sector turístico español.
Dicho convenio pone fin al concurso voluntario instado por la propia empresa y que el mismo juzgado declaró en su auto de 21 de diciembre del 2022.
Este complejo hotelero ha sido propiedad de uno de los principales empresarios del sector, Juan Aceña, conocido empresario del sector que el pasado mes de julio fallecía a los 93 años, cuando ya estaba el convenio de acreedores casi culminado.
La entidad Caixa Laietana cedió sus créditos al fondo de inversión Burlington–Davidson Kempner. Después se produjo una larga litigación donde el deudor acciono del derecho de retracto a fin de extinguir la deuda por el mismo precio por el que el fondo se hizo cargo de ese crédito (unos 17 millones de euros), lo que fue estimado en primera y segunda instancia, el Tribunal Supremo finalmente entendió que no existía opción de ejercer el derecho de retracto. Tras la resolución del Supremo, Burlington ejecuta su crédito e intenta llevarlo a subasta.
Esta situación coincidió con la llegada de la crisis sanitaria del Covid 19, en la que Hotel Don Juan se vio muy perjudicado porque una estructura tan grande tuvo dificultades para aguantar esa crisis, en la que muchos de estos establecimientos tuvieron que cerrar sin indemnización alguna por parte de las administraciones publicas correspondientes.
Tras diversos intentos de alcanzar un acuerdo con su principal acreedor, y un proceso de desinversión en otros activos, finalmente la sociedad tomó la decisión de presentar concurso voluntario de acreedores.
Previamente, y a fin de garantizar el correcto funcionamiento y la apertura del hotel en un momento de crisis, se alcanzó un acuerdo a largo plazo con la cadena hotelera Fergus Hoteles, en virtud del cual la familia Aceña cedió la gestión del hotel a dicho grupo, lo que finalmente resultó determinante para mantener el hotel abierto a pesar de la situación de concurso, y para alcanzar un acuerdo de refinanciación.
Previo al concurso, la familia Aceña consiguió sumar al proyecto al fondo Atitlan S.C.A SICAV-RAIF (TERRAM), asesorado por Cuatrecasas, para que se subrogara en la posición del anterior fondo de inversión para garantizar una nueva estructura de pasivo más flexible y con mayor vocación de continuidad del negocio.
Se adhieren el 98,45% de los acreedores
La propuesta de convenio es ratificada por el 98,45% de los acreedores ante un pasivo de 30.117.344,53 euros. Según los expertos consultados, este es un convenio muy favorable para los acreedores si lo comparamos con otros del sector con quitas cercanas al 90%. Es un convenio razonable donde el valor del hotel por encima de los 55 millones de euros es superior a la de la deuda o pasivo contraído.
Salvar el futuro empresarial de esta compañía
Desde la administración concursal se muestra la satisfacción por haber contribuido a salvar el futuro empresarial de esta compañía, como uno de los establecimientos hoteleros de mayor renombre en nuestro país y haber logrado mantener los cerca de 300 puestos de trabajo entre directos e indirectos de esta entidad.
A este respecto, se ha destacado el trabajo realizado entre la administración concursal, personalizada en el abogado y economista Octavio Gracia y los abogados Charo López, responsable del área mercantil en M&P Ledesma Abogados y especializada en Derecho de la Insolvencia y reestructuración empresarial, y Enric Siles, de Llopis de Ayisa Abogados, director jurídico del hotel, y abogado de confianza de la familia Aceña, que ha liderado la negociación con Terram, Fergus Hotels y Burlington.
Para Charo López, con esta operación la entidad hotelera ha salido reforzada. “Es un gran trabajo por parte de todas las partes implicadas”. Menciona especialmente la presencia del ICO, y que es uno de los pocos convenios donde se consigue su adhesión. Desde su punto de vista, “era un hotel viable, lo que había que hacer era reformular su estructura. El convenio ha respondido a toda la tipología de acreedores. Pese a estar la sociedad en concurso, el complejo hotelero ha seguido funcionando con llenos importantes durante este verano”.
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