Justo cuando ha pasado un mes después de un atropello grave en la Avinguda de Vidreres donde hubo un turista ruso ingresado grave en el Hospital Trueta, tras ser atropellado el pasado 4 de octubre, este viernes 4 de noviembre, la misma avenida es testigo de un nuevo atropello.
Eran las 10:26h del pasado viernes (4/11)cuando se activa el servicio de emergencias tras varias llamadas al 112 por parte de algunos testigos. En esta llamada según fuentes municipales se informa que ha ocurrido un accidente de tráfico. Un vehículo ha atropellado a una mujer de mediana edad y vecina de Lloret que cruzaba un paso de peatones situado en la Avinguda de Vidreres paseando con un menor de 4 años y su cochecito.
A las 10:37 se empieza a producir la llegada de los indicativos y al lugar se presenció 1 dotación del SEM, 2 dotaciones de la policía local y dos dotaciones de bomberos; estos últimos solicitados en el incidente por protocolo y que tras comprobar que no había que intervenir en la liberación de ningún accidentado ni haber peligro de posible incendio por parte del vehículo implicado, abandonaron la zona.
Los allí presente cuentan que sintieron un golpe y vieron como la mujer afectada quedó muy dolorida en el lugar. El tráfico estuvo controlado por la policía local durante casi una hora.
El Servicio de emergencias tras una primera valoración a los afectados, deciden trasladar al hospital comarcal de Blanes a la mujer afectada con pronóstico menos grave y al menor quedando fuera de peligro.
Mientras en el lugar del impacto, la policía local atendió, tomó declaración al conductor culpable del accidente y le efectuaron el test de alcoholemia con etilometro digital y pudieron comprobaron que el resultado fue 0,0. Quedando todo en una denuncia por no respetar el paso de peatones.
Este nuevo accidente pone de manifiesto en la población la seguridad vial de esta transitada avenida, la Avinguda de Vidreres, donde los vecinos de la zona cuentan con una infinidad de atropellos que allí se producen durante todo el año, generalmente debido a las imprudencias que allí se viven por las altas velocidades que se alcanzan, donde los 30 km/h debe ser el máximo, tal como está señalado. Los mismos vecinos solicitan más señales indicativas de límite de velocidad e instalar varios resaltos comúnmente conocidos como reductor de velocidad o bandas de frenado, recordando que varios puntos de la avenida son zonas de entrada y salida de escolares habiendo un colegio y un instituto a lo largo de la avenida y ser como comentábamos una vía muy transitada.