En la rotonda que facilita la entrada al Teatro Municipal de Lloret de Mar y hace más fluida la circulación de la Avinguda de Tossa, preside un monumento desde hace más de 10 años, cuando la escultora lloretense Angélica Arvylás Torner lo diseño, esculpió y fue colocado en 2012.
Un monumento formado por 5 enormes bloques de hormigón y 5 no tan voluminosos. Consiguiendo ser esta rotonda un lugar más agradable y con otro objetivo claro: ganar visibilidad de la misma con el fin de evitar accidentes.
Pues lejos de su finalidad, esta rotonda ha sido víctima de innumerables accidentes al ser una vía donde algunos conductores alcanzan altas velocidades. De la infinidad de salidas de vía y acabar invadiendo la glorieta, destacamos el último accidente que llegó a tumbar semejantes bloques de hormigón y siniestrar totalmente el vehículo.
Fue el 20 de agosto de 2021 a las siete de la mañana, cuando un vehículo francés se estrelló directamente contra el monumento de Angélica sin poder hacer la semicircunferencia que marca dicha rotonda. Un fuerte impacto que aparte de los daños materiales (turismo y monumento), tuvieron que ingresar los dos ocupantes en el hospital por múltiples contusiones aunque fueron dados de alta en pocas horas. El conductor dio positivo en la prueba de alcoholemia.
Trece meses después, el pasado 2 de noviembre, se puso en pie la obra de arte pública. Los operarios la han reconstruido como han podido ya que algunos bloques quedaron inutilizables desde el accidente, y ahora la obra solo cuenta con tres bloques principales.
Finalizamos esta nota dejando una pregunta al aire ¿Quién paga la imprudencia de un turista en Lloret, por el derribo de un monumento?
El seguro que siempre quieren escaquearse