Miguel Molina cierra la temporada europea con una sólida actuación en Portimão pese a las sanciones

La temporada 2025 de las European Le Mans Series llegó a su fin este fin de semana en el Autódromo Internacional do Algarve, donde Miguel Molina puso el broche final a una campaña exigente junto a sus compañeros Fran Rueda y Andrew Gilbert. A los mandos del Ferrari 296 LMGT3 #74 de Kessel Racing, el piloto catalán volvió a demostrar su velocidad y liderazgo, aunque las penalizaciones dejaron al equipo fuera de los puntos tras una carrera llena de altibajos.

Recién llegado de disputar Petit Le Mans en Estados Unidos, la cita que cerró el IMSA WeatherTech SportsCar Championship en Road Atlanta, Molina cambió rápidamente de chip para regresar a Europa y completar su temporada continental. Desde los primeros entrenamientos, el ritmo del Ferrari fue competitivo, pero la calificación no reflejó el potencial real del coche: el británico Andrew Gilbert colocó al #74 en la décima posición de parrilla.

El sábado, Gilbert realizó una gran salida ganando tres posiciones y, tras una brillante estrategia durante el Safety Car, llegó a colocarse líder. Sin embargo, una penalización por exceder los límites de pista obligó a cumplir un drive-through que costó caro al equipo. Fran Rueda intentó recuperar terreno antes de ceder el volante a Molina, quien salió a pista en la 13ª posición con la difícil tarea de escalar puestos en el tramo final de carrera.

Durante los últimos cincuenta minutos, Molina protagonizó una intensa remontada, lidiando con el tráfico y las banderas azules en los compases finales. Su esfuerzo permitió recuperar dos posiciones, quedándose justo a las puertas de los puntos. Sin embargo, una penalización posterior relegó al trío de Kessel Racing a la duodécima plaza definitiva. “Ha sido una carrera muy movida, con un resultado frustrante. Éramos rápidos y llegamos a liderar gracias a una gran estrategia, pero las penalizaciones nos costaron caro. Aun así, estoy contento del trabajo en equipo y de cómo hemos luchado hasta el final”, explicó Molina tras la prueba.

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La cita portuguesa marcó el cierre de una temporada intensa en la categoría LMGT3. A pesar de los resultados irregulares, Miguel Molina ha sido una pieza clave en la evolución del equipo. El podio de Imola evidenció la mejora del trío y el compromiso del catalán, que también ha tenido un papel fundamental como mentor para Andrew Gilbert, debutante en la categoría. “Ha sido un año de mucho aprendizaje. No hemos tenido los resultados esperados, pero el ambiente en el equipo ha sido fantástico. He disfrutado compartiendo coche con Fran y ayudando a Andrew en su primera temporada”, añadió el piloto oficial de Ferrari.

Con el capítulo europeo cerrado, Miguel Molina ya piensa en su próximo gran objetivo: las 8 Horas de Baréin, última cita del Campeonato del Mundo FIA de Resistencia (FIA WEC), que se disputará del 6 al 8 de noviembre. Allí, el español volverá a ponerse al volante del Ferrari 499P nº50 de Ferrari – AF Corse, junto a Antonio Fuoco y Nicklas Nielsen, para intentar conquistar el título de constructores con el Cavallino Rampante. “Ahora toca centrarse en Baréin. Nuestro objetivo es claro: terminar la temporada de la mejor forma posible y ayudar a Ferrari a lograr el campeonato. Sería una gran manera de cerrar el año”, concluyó Molina.

Con su habitual determinación, Miguel Molina despide un año de esfuerzo, aprendizaje y liderazgo dentro y fuera de la pista, consolidándose como una de las figuras más destacadas del automovilismo español en los circuitos internacionales.