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La hostelería cercana se renueva en Lloret: jubilaciones, traspasos e inauguraciones

Entre el bullicio de las calles y el murmullo del mar, se encuentran algunos de los bares más antiguos y queridos de Lloret. Son más que simples establecimientos; son testigos de décadas de historia, tradición y generosidad. Entre estos rincones emblemáticos, hoy destacamos los negocios de la familia Marchan y sus dos generaciones de legado en Bar El Molino, y el icónico Bar Molí Nou, el mítico Bar Toni, el desaparecido Bar Cabezón, pasado a llamarse Mar Azul, actualmente cerrado y el nuevo Bon Lloc, un reformado de lo que fue el Bar Casablanca.

La Familia Marchan: Bar El Molino y Molí Nou

Hace sesenta años, la Familia Marchan abrió las puertas del primer bar en El Molí, bautizado como Bar El Molino. Desde sus inicios, destacaron por su innovación al ofrecer un quinto de cerveza con una tapa, rompiendo esquemas en la tradicional escena culinaria de Lloret.

Pioneros en El Molí: Juan y Loli

Juan, el patriarca, también conocido por su destreza en la caza, llevó su pasión al negocio, ofreciendo exquisitos platos con carne de conejo de caza, callos, pies de cerdo y cabezas de cordero al horno. Además, fueron pioneros en promover las fiestas de El Molí, convirtiéndose en pilares de la comunidad.

Loli: «Durante muchos años nos ocupamos de preparar la comida de las celebraciones de la guardia civil. Para ello nos desplazábamos con las planchas de la cocina y todo el material al recinto de la Guardia Civil para ofrecer la comida de la fiesta a todas las personas que acudían

El legado de la Familia Marchan:

Tras décadas de servicio, el bar pasó a manos de un banco, que se lo compró tras la jubilación de Juan, y la familia decidió abrir otro establecimiento en El Rieral, llamado El Molí Nou, este bajo la dirección de Cristóbal y su mujer Mari Luz. Cristobal dejó el bar en 2023 por razones personales y actualmente está cerrado. El bar se encuentra en búsqueda de un nuevo arrendatario. Para los interesados en este establecimiento, contactar a Mari 658106191.

Maria Jose Marchan (Mari): «Mi familia ha sido muy querida por todos los vecinos. Aunque yo no he estado trabajando en los bares familiares, crecí en el primero, y la gente me reconoce por la calle y conocida por muchos como la hija del Bar el Molí. Mi padre ayudaba a todo el mundo, ya fuera con un plato en la mesa o cediendo una bombona de butano. Mis padres siempre estaban preparados para ayudar»

Bar Mar Azul (antiguo Bar Cabezón), su cierre y futuro

Cristóbal Marchan: “El bar Mar Azul lo tengo alquilado, y supongo que lo abrirán en breve y con respecto a mí, he dejado mi negocio (Molí Nou) y estoy a la espera de que me operen del tendón del brazo y cuando esté bien decidiré qué haré con mi futuro“. 

El Bar Mar Azul, bajo la propiedad de Cristóbal, ha sido un punto de encuentro para muchos vecinos durante años, a pesar de no haberlo regentado personalmente. El Mar Azul hasta ahora lo conducía Isa Rojas, quien ha entregado las llaves a su propietario para empezar su nueva aventura hostelera en el mítico Bar Toni, tras la jubilación de su propietario, Toni.

Toni cerró su bar el pasado mes, tras muchos años regentándolo. Isa, tras unas reformas del local ya está lista para seguir adelante prometiendo mantener viva la esencia y la hospitalidad que lo caracterizan.

Cambio de gerencia en el Bar Toni de Can Carbó

Con más de 60 años de historia, el Bar Toni ha sido testigo de innumerables momentos familiares y ha deleitado los paladares de generaciones con su cocina casera y su ambiente acogedor.

La historia del Bar Toni se remonta a sus humildes comienzos en un pequeño local de la calle Sant Josep número 14. Fundado por el padre de Toni Salvatella, Joan Salvatella, y su señora, Rosario Ferrando.

El establecimiento se convirtió rápidamente en un punto de encuentro para los habitantes del barrio y más allá. A medida que el negocio prosperaba, en 1965 se trasladaron a un local más amplio en el número 9 de la misma calle, que anteriormente albergaba la fábrica de sifones y gaseosas Gispert. Allí estuvieron hasta 1975 que se trasladaron definitivamente a Can Carbó.

Después de la jubilación del patriarca, la esposa de Toni Salvatella y un camarero se hicieron cargo del negocio.

Fue en 1999 cuando Toni, tras años dedicado a la producción audiovisual, decidió asumir las riendas del Bar Toni. Con un enfoque renovado, reintrodujo los platos caseros, inspirados en las recetas de su madre, destacando los productos locales y el cuidado en la preparación. Los pollos a l’ast y la carne a la brasa se convirtieron en especialidades aclamadas por los clientes.

Sin embargo, como todas las historias, la del Bar Toni también llegó a su fin. El 28 de febrero de 2024, las puertas se cerraron por última vez, marcando el final de una era gastronómica. Pero aunque el local haya cesado su actividad, la esencia del Bar Toni seguirá viva en los corazones de quienes lo frecuentaban a lo largo de los años.

«El día 29 de febrero me levanté tarde por primera vez después de muchos años de madrugar para abrir el bar. Ahora con la jubilación recreo nuevas ideas en el mundo del audiovisual, de manera relajada, disfrutando de lo que fué mi profesión durante muchos años, y donde me encuentro realizado y feliz».

Con propuestas sobre la mesa, el futuro se vislumbra prometedor para Toni, quien, a pesar del cierre del Bar Toni, sigue comprometido con su pasión.

Y aunque las puertas del Bar Toni hayan cerrado, llega su resurgimiento, bajo la nueva dirección de Isa Rojas (ex-gerente del Bar Mar Azul), que promete mantener viva la esencia de este icónico lugar. 

Del Bar Casablanca a un Bon Lloc

¿Recordáis los fines de fiesta comiendo churros con chocolate en el Bar Casablanca, al lado de la Disco Hollywood?

El mítico Casablanca cerró sus puertas tras demolerse el edificio donde estaba ubicado. Tras unos años de obras y ya levantado el bloque, los bajos siguen siendo un espacio destinado a la hostelería; un renovado aspecto y cambio de dirección. No obstante, si visitáis el local, ahora llamado BON LLOC, podréis comprobar que tras la barra se encuentra otro de los iconos de la hostelería de barrio de nuestro pueblo. Nos referimos a “Pepe” Talbi, un hostelero bien conocido por los vecinos de Lloret.

Mucha gente le conoce como Pepe del Mas, ya que él trabajó en el restaurante con ese mismo nombre en la calle Sant Pere por más de 23 años. Durante tanto tiempo pudo conocer a infinidad de vecinos y ha visto crecer a los hijos de los clientes, que algunos ya son incluso abuelos.

Pepe del Mas: «Hace poco más de un mes que he abierto el Bon Lloc con la intención de ofrecer al cliente del barrio un lugar bonito para tomar café o alguna copa, ya que no solo el centro tiene lugares bonitos. Es un bar-cafetería donde hacemos desayunos, servimos bocadillos fríos y calientes, tenemos una extensa carta de vinos, y estamos atentos a las tendencias de gourmet, por eso tenemos varios tipos de lattes y de New York Rolls para complacer a clientes más jóvenes».

Por las tardes en Bon Lloc se sirven cañas y copas con tapas y montaditos. En un futuro cercano, van a ofrecer platos combinados, y platos del día.
Bon Lloc es un lugar para personas que valora sitios bonitos y acogedores, es un sitio donde se encuentra buena gente, y para los más nostálgicos, también sirven churros con chocolate.

Conclusión:

En un mundo en constante cambio, los bares de barrio de Lloret de Mar son faros de estabilidad y tradición. La Familia Marchan, con el Bar el Molí, el Bar Toni del barrio de Can Carbó, y el Bar Mar Azul son ejemplos vivientes de la importancia de la comunidad, la generosidad y la pasión por mantener viva la esencia de un lugar a lo largo del tiempo. A medida que nuevas manos toman las riendas, se espera que estos rincones continúen siendo refugios acogedores para generaciones venideras, como el recién inaugurado Bon Lloc, tejiendo nuevos capítulos en la rica historia de Lloret de Mar

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