NotíciesSuccessos

Juzgan al acusado de perseguir a una chica de 21 años por la calle y violarla en Lloret de Mar

La Audiencia de Girona ha juzgado este miércoles al acusado de perseguir a una chica de 21 años por la calle la madrugada del 28 de junio del 2020 y violarla en un parque de Lloret. La víctima explicó en el juicio que volvía a casa después de estar de fiesta con unos amigos cuando el procesado, al que no conocía de nada, la abordó haciéndole insinuaciones sexuales y le siguió hasta el lugar donde se produjo la agresión sexual.

La fiscalía pide 9 años de cárcel y la acusación popular, en nombre del ayuntamiento, eleva la petición a 12. El procesado ha asegurado que mantuvieron relaciones sexuales consentidas: “No habría dejado el preservativo allí si la hubiera violado”. La defensa, encabezada por el letrado Carles Monguilod, pide su absolución.

El juicio comenzó con la declaración de la víctima. Según ha explicado, la noche del 27 al 28 de junio de 2020 salió de fiesta con unos amigos y pasadas las cuatro de la madrugada decidió regresar a casa desde la zona de la playa. Mientras caminaba por la calle, expuso que un joven que no conocía de nada la abordó haciéndole insinuaciones sexuales. “Se sacó el pene intentando que yo le tocara con la mano. Me quedé totalmente en ”shock” y me fui rápidamente”, declaró. “Solo fui capaz de girarme para insultarle”, añadió.

Según el relato de la víctima, aceleró el paso con la intención de llegar lo más rápido posible a su casa. Por eso, se desvió por un “atajo” y, en vez de pasar por la calle principal, tomó un camino que pasa por en medio de una zona ajardinada de Lloret. “No vi que me siguiera”, explicó.

No fue hasta que estaba ya en esa zona verde que volvió a verle. La víctima ha explicado que la empujó en varias ocasiones haciéndola caer al suelo y que, además, en un momento determinado vio que él tenía su tarjeta de crédito: “Me sorprendió porque no me di cuenta de que me la robara”.

La víctima ha expuesto que, en una de estas caídas al suelo, el procesado la violó. Luego, se fue del lugar dejándola allí. Ella llamó al 112 para denunciar los hechos: “Pero tenía mucho miedo y quería irse de allí. No esperé a que llegara la policía”. Se fue a casa de una amiga y horas más tarde, ya la tarde del 29 de junio, fue a denunciarlo.

El acusado, que declaró en el juicio, sólo respondió a las preguntas de su abogado, sosteniendo que mantuvieron relaciones sexuales consentidas.

Según su versión, mientras caminaba por la calle se cruzó con la víctima y vio estar “animada”. Empezaron a charlar y “hacer bromas” hasta que, apunta, la chica le dijo que fueran a un lugar “más apartado”. “Fue ella quien decidió el parque”, ha añadido.

Dos de las principales pruebas que esgrimen las acusaciones son las imágenes de las cámaras de videovigilancia durante el recorrido que realizaron y el preservativo con ADN localizado en el lugar de los hechos. La División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos en Girona apunta que hay dos vídeos clave: el primero donde se ve un “tira y afloja” entre los dos y el segundo donde aparece la víctima marchando y el acusado “ cómo persiguiéndola”. El acusado lo niega y afirma que estaban “jugando”.

En relación al preservativo, el procesado ha dicho que sabe que existe el ADN y que “no lo habría dejado allí” si le hubiera agredido sexualmente.

Los Mossos d’Esquadra abrieron una investigación para identificar y detener al sospechoso. Finalmente, le arrestaron el 15 de julio, casualmente la Policía Local de Lloret le detuvo por ir sin mascarilla. No llevaba documentación encima pero, cuando dio el número de identificación, vieron que lo estaban buscando por la causa hoy juzgada y cuando iba a ser entregado a los Mossos, arrancó a correr para intentar huir, aunque pudieron interceptarlo. El acusado ha dicho que quiso marcharse porque sintió que le detendrían y tuvo “miedo”.

La fiscalía le acusa de violación y pide 9 años de cárcel y 10 años de libertad vigilada. También solicita que no pueda acercarse a menos de 500 metros ni comunicarse con la víctima durante 12 años. En concepto de responsabilidad civil, quiere que indemnice a la víctima con 15.000 euros por el daño moral. La acusación popular, en nombre del ayuntamiento de Lloret de Mar, eleva la petición de prisión a 12 años porque aprecian las agravantes de alevosía y de haber buscado un lugar apartado para asegurar su impunidad.

La defensa, encabezada por el letrado Carles Monguilod, quiere la absolución. El abogado cuestiona que haya pruebas para sustentar una condena, sobre todo porque no se ha tomado declaración a una amiga, a la que la víctima fue a pedir ayuda, tampoco se ha aportado la grabación de la llamada al 112 y la chica no tenía lesiones a pesar de haber descrito que cayó al suelo más de una vez a raíz de los empujones. El juicio ha quedado visto para sentencia.

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Articles relacionats

Back to top button