El país se despide del horario de verano este fin de semana, y podría hacerlo por última vez si prospera la propuesta del Ejecutivo

Octubre llega con el tradicional movimiento de manecillas que divide a España entre los amantes del horario de verano y los que prefieren el de invierno. Pero este año, el cambio de hora tiene un matiz especial: podría ser el último de la historia reciente si se cumple el plan anunciado por el presidente Pedro Sánchez. La madrugada del sábado 25 al domingo 26 de octubre, a las 03.00 horas serán las 02.00 horas. Una hora más de sueño, una menos de luz vespertina y quizás el adiós definitivo a una tradición que lleva más de cuatro décadas en marcha.

Una medida que divide opiniones

El cambio de hora se aplica desde 1981 en toda la Unión Europea con el objetivo de ahorrar energía aprovechando la luz natural. Sin embargo, los efectos sobre la salud han generado un intenso debate. Entidades como la Sociedad Española del Sueño han alertado sobre los impactos negativos que puede tener este ajuste: irritabilidad, falta de concentración, insomnio o bajo rendimiento laboral, además de posibles vínculos con enfermedades como la diabetes, la obesidad o la depresión. Aun así, el ritual se ha mantenido vigente, a la espera de una decisión definitiva de Bruselas.

Un debate europeo que vuelve a la mesa

En 2018, la Comisión Europea propuso eliminar el cambio de hora para 2019, aunque la falta de consenso entre los estados miembros lo ha retrasado hasta hoy. En España, el 20 de marzo de 2019 se creó una comisión de expertos para estudiar el tema, pero se concluyó que no existía un consenso compartido sobre cuál debía ser el horario permanente. Desde entonces, el calendario oficial, publicado en el Real Decreto 236/2002, establece los próximos ajustes: 26 de octubre de 2025, 29 de marzo de 2026 y 27 de octubre de 2026.

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Sin embargo, Pedro Sánchez ha decidido reabrir el debate. El presidente anunció esta semana su intención de eliminar definitivamente el cambio de hora a partir de 2026, en lo que su equipo califica como un paso hacia la estabilidad horaria. Si la medida recibe el visto bueno de Bruselas, España podría optar por un horario permanente, sin más idas y venidas entre el reloj de verano y el de invierno. Una decisión que, según algunos expertos, marcará “una noche sin fin, de oscuridad húmeda y pegajosa, insondable”, mientras otros la celebran como el fin de una costumbre obsoleta.

Por ahora, lo único seguro es que este domingo 26 de octubre de 2025 habrá que retrasar los relojes una hora. Y quizá, cuando despertemos, lo hagamos por última vez en un país que cambia la hora.