Dolor, dudas y un llamamiento público: la familia de Josh Rogers vuelve a Lloret para el traslado del joven a Reino Unido y buscar la verdad sobre su muerte
La familia de Josh Rogers, el joven británico de 33 años hallado sin vida en una zona boscosa de Lloret de Mar el 23 de septiembre de este año, ha regresado estos días a la localidad con un objetivo tan doloroso como claro: buscar la verdad sobre su muerte y llevar finalmente sus restos al Reino Unido para darle el descanso que merece. En este último viaje, cargado de emoción y frustración, los familiares se han encontrado con el equipo de Lloret Gaceta para ofrecer su testimonio y pedir, la colaboración ciudadana.
Durante su estancia, la familia se ha visto obligada a incinerar el cuerpo de Josh en España, ya que, según explica su hermana Ashley en la entrevista, el avanzado estado de descomposición impedía su traslado en avión. Un paso durísimo, pero necesario, para poder regresar con los restos a su país de origen y cerrar, al menos en parte, un proceso que se está alargando más de lo esperado.
Antes de partir, los familiares han querido recorrer personalmente el lugar donde fue encontrado el cuerpo. Visitaron la zona boscosa, inspeccionaron el entorno, recrearon el trayecto a pie desde el hotel y hablaron con varios vecinos con la esperanza de encontrar cualquier pista que aporte algo de luz. En el lugar dejaron una camiseta del Wolverhampton Wanderers, el equipo de fútbol del que Josh era seguidor, como gesto de recuerdo y despedida.
Contacta con la familia
Además, la familia ha colocado carteles en distintos puntos de Lloret de Mar solicitando ayuda ciudadana. Cualquier información, por pequeña que parezca, puede ser clave. Han facilitado varios canales de contacto directo para quien pueda aportar algún dato: +44 07894493908, +44 07546 809872 y el correo electrónico Ash94amelia@hotmail.com.
Dudas sobre la investigación y petición de una nueva autopsia
Josh Rogers, natural de Bloxwich (West Midlands), había llegado a Lloret de Mar para pasar unas vacaciones en solitario. Fue visto por última vez el 20 de septiembre saliendo de su hotel (Blue Montevista), y tres días después su cuerpo apareció en una zona boscosa situada a unos 20 minutos a pie del alojamiento. Los Mossos d’Esquadra cerraron el caso tras una autopsia que no halló signos de violencia ni indicios criminales.
Sin embargo, su familia no comparte esta conclusión. Ashley Rogers denuncia que la comunicación con las autoridades se ha ido enfriando y que han tenido que esperar diez semanas para recibir confirmaciones clave. Los resultados de ADN que confirmaban la identidad del cuerpo llegaron hace apenas unos días, más de dos meses después del fallecimiento, algo que las autoridades justificaron como un procedimiento rutinario al no estar el ADN de Josh registrado en bases de datos.
La familia expresa serias dudas sobre la exhaustividad de la investigación. Según relatan, ni el teléfono móvil ni el dinero en efectivo que Josh llevaba consigo —y que aparece en las cámaras de seguridad— fueron encontrados ni en el lugar donde apareció el cuerpo ni en su habitación de hotel. Para los suyos, esto apunta claramente a que alguien pudo llevarse sus pertenencias, antes, durante o después de la muerte.
“Algo no encaja y merecemos respuestas”
Josh padecía la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, una afección neurológica que afecta a la movilidad, y su familia cree que aquella tarde se dirigía a un bar para ver un partido de fútbol. “Era una persona muy comunicativa, nunca perdía su móvil”, insiste su hermana, que califica de “fuera de lo normal” toda la secuencia de los hechos.
A pesar de que los Mossos han reiterado en un comunicado que no se detectaron signos de violencia y que el caso se considera una muerte no criminal, la familia no se rinde. Una vez los restos de Josh lleguen al Reino Unido, solicitarán una segunda autopsia. “Sentimos que no nos están diciendo toda la verdad. En otros casos similares, segundas autopsias han dado resultados distintos. Creemos que nos lo debemos para intentar conseguir justicia para Josh”, concluye Ashley Rogers.
