Cartas al Director: “desmantelar la corrupción en el Campeonato de España de Kick boxing“
Hace unos días os hablábamos del Jamel Lahrizi, (recupera la noticia en este enlace) el deportista nacido en Lloret de Mar que el pasado sábado 18 de marzo compitió en el Campeonato de España profesional de Kick boxing-k1 contra Marc Sabaté en Lleida. El combate no fue tal como Jamel lo había esperado donde surgieron aparentemente irregularidades; la victoria fue para Sabaté de una manera muy extraña y la polémica estaba servida, ¿fue o no fue el vencedor?
Un combate totalmente legal, con su federación correspondiente y con sucesos extraños. Lo cuenta a Lloret Gaceta en esta Carta al Director el propio protagonista:
Mi nombre es Jamel y por desgracia tengo que contar como fue el día más frustrante de mi carrera la cual no ha hecho más que empezar, pero esto no lo olvidaré debido a la falta de deportividad de una disciplina tan respetuosa como es el Kickboxing. Lo que pudo parecer una simple pelea en la cual supuestamente perdí, yo sentí con diferencia que realmente había ganado y empezó mi lucha fuera del ring contra la frustración de un engaño. Les cuento:
Para empezar, el día de la pelea mi equipo “me dejó tirado” y yo debí empezar a darme cuenta de que pasaba algo raro, pero no me percaté. Finalmente una amiga me acompañó al combate y comprobamos que el ambiente era extremadamente hostil hacia mí, con muchos abucheos previos, y malas palabras. Hasta cierto punto entendible pero no debería ocurrir en estos deportes.
Además, no me dieron ningún vestuario así que tuve que compartirlo con el de las mujeres ya que en el otro estaba reservado para mi rival. Me dieron guantes más grandes de los reglamentarios, ya que en competición profesional son de 8 onzas, me los dieron de 12 y yo me subí al ring con los guantes quitados ya que el equipo de arbitraje me dijo que tenían que supervisarlos arriba del ring para comprobar que no llevaba hierros en los nudillos. En cambio, mi rival, subió completamente preparado y con los guantes encintados, lo cual no me transmitió ninguna confianza, el médico apenas me revisó correctamente tras el primer asalto, y entre abucheos e insultos seguí en mi pelea y así en los 4 asaltos que ambos aguantamos en pie sin ningún tipo de punto sobresaliente por parte de mi rival, ya que fue más bien al contrario; conecté bastantes más golpes y supe leer cada golpe de mi enemigo. El combate terminó…
Pero cuál fue mi sorpresa al ver la mirada del jurado entregando el cinturón a mi rival, un falso campeón (en este deporte donde más bajo puedes caer es consiguiendo un título de esta manera).
Yo, firme a mis creencias, me presencié en la federación tras varias llamadas, pedí el vídeo de la pelea y la contestación era que no pudieron grabarlo porque no había fibra. Logré los vídeos por cuenta propia, así que tuvimos una fuerte reunión con los directivos de dicha federación y revisamos el combate. Tras ver que efectivamente no podían mentir sobre los puntos se me efectuó la entrega de mi debido cinturón, un reconocimiento del esfuerzo que supone llegar hasta aquí.
Tras esta gran victoria moral y física ellos decidieron invitarme de manera no formal a formar parte de su Campeonato de Europa.
Sin duda gané con o sin cinturón.
P.D:: a los jóvenes que entreguen su vida a este bonito y duro mundo de los deportes de contacto, les aconsejo que se den un valor muy alto y luchen por la justicia, que no permitan que nadie se aproveche de su esfuerzo y sacrificio. Han hecho del deporte un mundo de negocios y tenemos que dejarles claro que si nosotros no boxeamos ellos no podrían vivir de esto así que ya pueden empezar a valorarnos y a tratar como nos merecemos, la unión hace la fuerza y si todos nos valoramos y valoramos nuestro sacrificio este tipo de corrupciones irán desapareciendo.