La detención del médico forense por violar a una paciente destapa su oscuro pasado criminal en Lloret y Blanes
Según avanza El País los Mossos d’Esquadra han detenido recientemente a Ernesto González Riscos, médico de 66 años que ejercía en urgencias del Hospital Santa Caterina de Salt (Girona), acusado de haber agredido sexualmente a una paciente vulnerable. La mujer, de unos 35 años y con antecedentes de problemas psiquiátricos, acudió al hospital el pasado 10 de septiembre. El doctor tras darle el alta, el facultativo se la llevó a su casa de Blanes, donde presuntamente ocurrió la agresión.
La víctima apareció desorientada
La familia denunció su desaparición tras casi dos días sin noticias. Finalmente, los agentes la encontraron pasada la medianoche en un portal, con claros signos de embriaguez. Según su declaración, despertó desnuda en un domicilio que no era el suyo, lo que activó de inmediato el protocolo de delitos contra la libertad sexual. El hospital suspendió de funciones al médico y abrió un expediente informativo interno.
El suceso ha generado una fuerte conmoción, no solo por la gravedad de la acusación, sino porque ha destapado un pasado criminal que el médico arrastraba desde hace dos décadas. Su historial combina el papel de víctima en un intento de asesinato con condenas firmes por obstrucción a la justicia y falsedad documental.
El intento de asesinato en Lloret de Mar y violencia doméstica
El episodio más surrealista de su vida ocurrió en Lloret de Mar en 2009, cuando su esposa, Alicia Pagan, organizó un plan para acabar con él. La mujer contrató a dos sicarios —Edwin José Cava Fermín y Luis María Santos Ortega— y lo convenció para acompañarla a una zona boscosa del municipio con la excusa de una cita de trabajo. Una vez allí, los hombres le dispararon cuatro tiros en la cabeza, aunque de bajo calibre. Como no lograban matarlo, lo golpearon con una piedra y le causaron heridas también en la mano. González Riscos fingió estar muerto y así consiguió salvar la vida.
Tras el ataque, la policía detuvo a Pagan y a los dos sicarios, que ingresaron en prisión acusados de asesinato en grado de tentativa. La esposa siempre negó su implicación, pero fuentes de la investigación señalaron que incurrió en numerosas contradicciones durante sus declaraciones. Incluso se sospecha que ya había intentado antes acabar con la vida de su marido con un plan similar.
El caso dio un giro cuando se vio salpicada también la hija de González Riscos, que tenía 17 años en el momento de los hechos. Aunque se negó a declarar, varios testimonios recogidos en la causa apuntaban a que fue ella quien puso en contacto a su madre con los sicarios. Uno de los encausados llegó a declarar que madre e hija se habían puesto de acuerdo para eliminar al médico, alegando que él trataba muy mal a la joven.
Años después, la propia Pagan acabaría confesando ante el juez que había contratado a sicarios para matar a su esposo. Admitió que aquel no había sido el único plan para poner fin a su vida. En el juicio también se expusieron las denuncias de Pagan sobre un supuesto comportamiento violento del médico contra ella y contra sus hijos, algo que alimentó la investigación paralela por violencia doméstica en la que Fiscalía llegó a pedir cinco años de cárcel para él.
Un historial plagado de condenas
Antes de estos hechos, el médico ya había sido condenado por falsificar varias veces el certificado de defunción de su madre entre 2002 y 2003, con el fin de justificar ausencias en los juicios donde debía actuar como perito. En 2010 también fue sancionado con una multa de 3.600 euros por obstrucción a la justicia, debido a sus continuas incomparecencias cuando era forense. Todo este pasado volvió a salir a la luz con la reciente denuncia de este mes de septiembre 2025, por agresión sexual en Blanes.
Falsificación de certificados: el episodio de su madre
Otro capítulo del oscuro historial de González Riscos tiene que ver con su madre. Entre 2002 y 2003, el médico fue condenado por un delito continuado de falsedad documental, al haber falsificado varias veces el certificado de defunción de su madre. Utilizaba estos certificados como justificantes para ausentarse de los juicios en los que debía actuar como médico forense. Tras tres intentos de engaño, las autoridades dejaron de creer en sus certificados, lo que derivó en una condena y en la pérdida de credibilidad en su carrera como forense.
De forense a urgencias
Tras quedar inhabilitado para ejercer como forense en los juzgados, González Riscos había encontrado en las urgencias del Hospital Santa Caterina una vía para seguir trabajando en medicina. Sin embargo, su detención reciente durante este mes de septiembre de 2025 ha devuelto a la actualidad una trayectoria marcada por delitos, engaños y un intento de asesinato.
